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Los arrendatarios olivareros a principios del siglo XX: El caso del marmolejeño Andrés Pastor Peña (1881-1957)
Publicado el 20 de Septiembre de 2021
El presente estudio tiene por finalidad hacer una aproximación a la figura de los arrendatarios de bienes rústicos en la Andalucía de comienzos del XX, poniendo el foco, especialmente, en la trayectoria personal del agricultor y arrendatario marmolejeño, Andrés Pastor Peña, personaje de talante emprendedor imbuido de principios conservadores, a pesar de su origen humilde.
Pregón de la Feria del año 1987
Publicado el 27 de Junio de 2023
En primer lugar bienvenidos y bienvenidas a este pórtico de nuestra Feria que hemos querido celebrar en la Plaza de la Constitución: antes, ahora y siempre, la plaza de todos. En mi nombre y en el de la Corporación Municipal, !Felices Fiestas!.
Es un honor hacer de pregonero de la Feria de mi pueblo, habida cuenta de que me consta la existencia de paisanos más cualificados que el que os habla, para llevar a cabo el presente cometido con plenas garantías de éxito.
Marmolejo y la Batalla de Bailén
Publicado el 26 de Agosto de 2022
Son abundantes las obras artísticas en conmemoración de la renombrada batalla de Bailén que, como es bien sabido, tuvo lugar en las inmediaciones de la localidad vecina un tórrido 19 de julio de 1808. Pueden contarse por decenas los poemas, cuadros, novelas, esculturas, partituras, etc. que conmemoran tal efeméride. Por poner un ejemplo cercano, recordemos el Monumento a las Batallas en la capital provincial, obra del insigne escultor santistebeño Jacinto Higueras, que conmemora dicho evento junto a la batalla de las Navas de Tolosa.
La Revolución del 6 de Octubre de 1934
-Manuel Perales Solís-
Introducción:
El contenido de este artículo está básicamente extraído del trabajo que publiqué hace unos años titulado “La Memoria Rescatada: 2ª República, Guerra Civil y Postguerra en Marmolejo” enriquecido, en esta ocasión, con nuevas aportaciones documentales que aunque no modifican sustancialmente lo ya sabido, nos permiten, sin embargo, conocer diferentes e inéditos puntos de vista sobre la jornada revolucionaria acaecida en nuestra localidad el seis de octubre de 1934. La Revolución de octubre no sólo fue un movimiento obrero de signo político para presionar al gobierno de Lerroux para que no pactase con la CEDA de Gil Robles (Confederación Española de Derechas Autónomas), sino que además en la mayoría de los pueblos de la geografía jiennense significaría el mayor movimiento de protesta de los jornaleros del campo contra la situación de atraso secular y máxima pobreza que venían padeciendo y que los mantenían sumidos en la más absoluta postergación social, plenamente sometidos a los dictados de los más fuertes, la clase terrateniente andaluza, a cuyos privilegios el gobierno social-azañista pretendió poner coto con sus Decretos de Reforma Agraria pero que, finalmente, la derecha republicana acabaría aparcando tras su triunfo electoral en noviembre de 1933.
La repercusión de la jornada en Marmolejo, tuvo una mayor trascendencia dada la numerosa colonia de agüistas venida desde distintos puntos de la geografía nacional que, en esos días de octubre –temporada alta del Balneario-, se hospedaban en fondas, hoteles y casas de huéspedes; entre ellos diversas personalidades del mundo de la alta sociedad andaluza y española, que hicieron de inevitable altavoz para que el fenómeno tuviese, si cabe, una mayor proyección a nivel nacional.
Bartolomé Pastor Garrido, “Bartolillo el Presidente”, (n.1912-m. ¿1937?) fue presidente del Centro Instructivo Obrero en los años de gobierno del centro-derecha, por lo que hubo de realizar una continua labor reivindicativa frente a la corporación municipal presidida por Carlos Sánchez para defender los derechos de los trabajadores afiliados a la Unión General de Trabajadores. Bajo su presidencia, el CIO organizó la Huelga General de Campesinos de junio y la Huelga Revolucionaria del 6 de octubre. Foto propiedad de la Casa del Pueblo de Marmolejo, cedida en su día por mediación de su sobrino D. Vicente Santiago Pastor (q.e.p.d.).
El seis de octubre y las secuelas sobre la sociedad marmolejeña:
La llegada de la CEDA al Gobierno de Madrid no fue bien vista por las organizaciones de clase. Ante el miedo a que este hecho guardara correlación con la imposición de gobiernos fascistas en Centroeuropa, el PSOE y la UGT, donde se habían impuesto las tesis de Largo Caballero, declaró un movimiento revolucionario en el mes de octubre. Las causas por tanto, en esta ocasión, tenían un origen más político que social. Para el historiador Francisco Moreno Gómez hay que tener en cuenta tres factores importantes para entender la radicalización de la organización socialista y la medida final de convocar la huelga general revolucionaria:
“En primer lugar, porque la base socialista –en realidad todo el proletariado- estaba radicalizada, declarada en rebeldía contra la política regresiva del Bienio negro , que ya había dado al traste con los avances sociales conseguidos con la República durante el bienio social-azañista (no se olvide que Lerroux destituyó a los vocales socialistas de los Jurados Mixtos, con lo que estos acabaron desapareciendo; anuló la ley de Términos Municipales; dejó libres a los propietarios para contratar sin turno riguroso en las Bolsas de Trabajo; provocó el desahucio de arrendatarios durante el verano de 1934; y, quizás lo más catastrófico, el descenso de los salarios agrícolas). Las izquierdas acorraladas por Lerroux, lo vieron todo perdido cuando éste se coaligó con la CEDA. En definitiva con la política radical-cedista, las masas encuadradas en la UGT –de cuyos afiliados la FNTT representaba el 40%- se sintieron defraudadas, al verse privadas de los derechos adquiridos en los primeros meses de la República. En segundo lugar el auge del fascismo internacional no invitaba, precisamente, a la moderación.
En febrero (1934) los socialistas de Viena habían sido aplastados por Dollfus, un canciller católico, igual que Gil Robles. Durante 1934, por tanto, toda la izquierda trató de ponerse en guardia contra el peligro del fascismo (no olvidemos que Gil Robles había sido aclamado como “jefe” o “führer” en el Escorial). En tercer lugar, una simple táctica política obligaba al Partido Socialista a actuar de manera decidida, si no quería que sus efectivos –radicalizados de hecho- se pasaran en masa a otros partidos políticos más a la izquierda. En conclusión, estos factores, entre otros, fueron los que se encontraban en el fondo de la insurrección de octubre y los que obligaron a los socialistas a decir “hasta aquí hemos llegado” (1).
Aún sin alcanzar la virulencia que en Asturias, la provincia de Jaén se vio también agitada casi en su totalidad con miles de trabajadores en huelga, puestos horas más tarde, a disposición de la justicia militar, y recluidos en una abarrotada Prisión Provincial durante los últimos días de octubre.
Al contrario que con la huelga de campesinos del mes de junio, dada la premura con que se preparó este movimiento de respuesta a la inclusión de la derecha más radical en el gobierno de Madrid, no contamos con testimonios escritos de como se vivieron los días previos y las reuniones mantenidas por los órganos ejecutivos tanto de la UGT, PSOE y Juventud Socialista, seguramente porque las organizaciones obreras estuvieron muy controladas y era harto complicado conseguir los permisos gubernativos de reunión del alcalde, sobre todo tras el movimiento de junio que había supuesto un toque de atención para los intereses de la patronal y de la derecha más reaccionaria: nobleza y burguesía terrateniente andaluza. Sabemos que las asambleas de la Casa del Pueblo eran muy vigiladas por la Guardia Civil y por miembros de la derecha hasta el punto de que se llegaba a montar una guardia de militantes socialistas en la parte de atrás, hacia las tierras del alcalde Carlos Sánchez “Triguero”, por si tiraban algún artefacto explosivo con destino a la Casa del Pueblo. Por tanto se venía detectando la preocupación de los responsables de las organizaciones socialistas por la expansión de actitudes y comportamientos fascistas en las filas de la derecha y la tensión no paraba de subir.
En Marmolejo, además, el ambiente estaba especialmente caldeado desde la destitución de la Corporación de mayoría socialista tras el triunfo de la derecha a nivel nacional en las elecciones generales celebradas el 19 de noviembre de 1933. En muchos municipios andaluces los gobernadores civiles del Partido Radical liderado por Alejandro Lerroux, nuevo Presidente del Gobierno desde septiembre, suprimieron las corporaciones socialistas que le eran díscolas con el argumento de abuso de poder y mala gestión económica. Instauraron a cambio nuevos equipos de gobierno de concejales adscritos al partido Radical y a la CEDA. En el caso de Marmolejo la afrenta fue aún más grave pues el Partido Socialista había sido la fuerza más votada en aquellas elecciones, con 1742 votos frente a los 1312 alcanzados por la coalición CEDA-Radicales.
En el plano de la política municipal, tras la constitución de la nueva corporación lerrouxista, y la dimisión, por razones de salud, del alcalde nombrado por el Gobernador Civil, José Vencelá Mingorance (militar retirado por la reforma de Azaña), sería nombrado alcalde, el 17 de septiembre de 1934, Carlos Sánchez Solís presidente del comité local del Partido Radical y hasta ahora primer teniente alcalde. La primera tenencia de alcaldía pasaba a ser ocupada por Juan Roncero Jurado. Carlos Sánchez que accedía a la alcaldía con 38 años, era un pequeño almacenista dedicado al comercio de abacería en su domicilio de la calle Jesús, número 68 donde disponía de un almacén, junto a su casa, en un viejo molino de viga para la molienda de aceitunas. Fundamentalmente trabajaba la venta de vinos importados desde la localidad manchega de Herencia y la venta de aceites y legumbres. Había casado con María Ronstaing Pinillos, hija del dueño del hotel de Los Leones y hermana, por tanto, de Claudio, vicepresidente del Centro Republicano durante el periodo de centro-derecha. Al igual de su cuñado, Claudio también militaba en el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux. Su hermano Alfonso Sánchez había sido Alcalde durante la dictadura de Primo de Rivera, y ahora ocupaba el cargo de Presidente del Centro Republicano, organismo que aglutinaba a los partidos de centro-derecha republicanos de la localidad.
El ayuntamiento de mayoría radical-cedista se había constituido sin elecciones, por imposición gubernativa, después de la disolución de la corporación de mayoría socialista, en marzo de 1933 y estaba integrado solamente por personas del centro-derecha, la mayoría de ellos, pequeños comerciantes, medianos propietarios y arrendatarios de fincas de olivar, con la presencia de dos militares de graduación, todos ellos agrupados en torno a los partidos republicanos de derecha (CEDA) y centro-derecha (Partido Radical). El resto de componentes de esta corporación republicana fueron Pedro Perales Yedrá (hijo del industrial y gran propietario agrícola Pedro Perales Domínguez “Periquito Semana”), Jesús Sáez Martínez (agente comercial con establecimiento de venta de vinos); Juan Díaz Criado, militar con graduación de capitán del Ejército del Aire, casado con la arjonera Catalina Navarro Parras; Juan Agudo Perales (mediano propietario agrícola); Emilio Pérez Campoy (pequeño empresario de la pintura); Manuel Casado Pedrajas (almacenista de ultramarinos); Cristóbal Fuentes Casado (industrial); Agustín Ollero Torralbo (comerciante de ultramarinos); Andrés Pastor Peña (propietario y arrendatario agrícola e industrial aceitero) y Juan Solís Casado “El de las rentas” (pequeño propietario agrícola).
La víspera del día 6 de octubre de 1934, parecía imprevisible lo que iba a ocurrir en la madrugada siguiente. Tan sólo al entrar la noche, a la salida de una reunión preparatoria en la Casa del Pueblo, un grupo de jóvenes socialistas se encontraron en la esquina de la casa del médico José Perales con una pareja de guardias civiles que vigilaba los movimientos de los obreros. Le preguntaron: ¿A dónde se va?, contestaron !A acostarnos!.
Carlos Sánchez Solís (n.1896-m.1969) era elegido presidente del Partido Republicano Radical en abril de 1933; fue nombrado primer Teniente Alcalde en marzo de 1934 y Alcalde de la localidad el 17 de septiembre de 1934. Su etapa de gobierno finalizó en febrero de 1936, tras la victoria de los partidos integrados en la coalición electoral Frente Popular. Le acompaña su esposa María Rostaing Pinillos (n.1898-m. 1981). Fuente: Antonio Rostaing Lozano.
Entonces los jóvenes dieron una voz y al momento salieron todos los que estaban en la Casa del Pueblo. Los guardias tuvieron que salir corriendo hasta el cuartel de la calle Maestro. Con este incidente las autoridades quedaban advertidas de que se estaba cociendo algo importante. Paradójicamente, al tiempo que esto sucedía, en otro local no muy distante de allí, en el antiguo teatro de Julia Perales (regentado ahora por la andujareña Amelia Jácome Morales) tenían lugar las animadas actuaciones de los jóvenes maestros del cante, Pepe Marchena y la Niña de la Puebla de gran tirón entre la gente del campo (2).
Al amanecer del día seis, atendiendo a la convocatoria de Huelga General lanzada por la UGT en toda España, los piquetes de obreros estaban situados en las salidas de Marmolejo y en algunos puntos estratégicos de la carretera hacia la sierra. Dentro de la población los huelguistas se distribuyeron en las esquinas de mayor tránsito para prohibir el paso de personas y de posibles trabajadores esquiroles hacia el campo. Precisamente desde el punto de mayor concurrencia, la esquina de la Peana y sus aledaños, en donde estaban los máximos dirigentes del CIO, uno de los huelguistas, Juan Casas Santiago disparó con su arma al ex-concejal Matías Vidal Fuentes dejándole malherido. Salía de su casa en la calle del Arroyo para hacer la compra de costumbre en la Plaza de Abastos, ubicada frente a la parroquia de La Paz, antes de abrir su barbería de la calle Granados. Según algunos testigos, le habían dado el alto pero su problema de oído le impidió escuchar las voces de los huelguistas. Matías murió tres días después, en su domicilio de Arroyo 22, a las 11,30 de la mañana por una infección peritoneal a consecuencias de las heridas causadas por el arma.
Matías Vidal Fuentes, de profesión barbero, concejal por el Partido Conservador desde 1914 a 1923, resultaba herido al salir de su casa en la calle del Arroyo en la mañana del 6 de octubre de 1934 por los disparos realizados por el piquete Juan Casas Santiago “Fiera”. Falleció tres días después a consecuencia de la infección de las heridas causadas por los disparos. Foto cedida por sus hijas Dña. Juana y Dña. Ana Vidal Rodríguez.
Casado con Juana Rodríguez Casado dejaba tres hijos/as de pequeña edad; Andrés, Juana y Ana. En 1940, recién terminada la guerra civil un informe del alcalde Manuel Agudo Perales dirigido al Secretario Provincial del Movimiento reflejaba estos hechos con el lenguaje de la época: "Era un hombre extremadamente derechista y un católico modelo. En octubre de 34 fue vilmente asesinado por los marxistas al salir de su casa con una cesta para ir de compras a la plaza de abastos. Crimen cometido a traición y por las espaldas, disparándole con una escopeta y falleció a consecuencia de las heridas..."(3).
El relato de los hechos en relación al suceso del asesinato de este exconcejal del partido Conservador quedó reflejado en los siguientes términos en la sentencia nº 45, de 13 de febrero de 1935, por la que se juzgaron los hechos:
"En la ciudad de Jaén a trece de febrero de mil novecientos treinta y cinco. Vista en Juicio Oral y Público por la Sección Segunda constituida en Tribunal de urgencia de esta Audiencia Provincial la causa procedente del Juzgado de Instrucción de Andújar, seguida por el delito de homicidio, contra Juan Casas Santiago (a) "Fiera" y Antonio Membribes Rodríguez, hijos de Francisco y María y José y María, natural de Marmolejo y de Alconte (Almería) y vecinos de Marmolejo, de 28 y 33 años de edad, de estado soltero y casado, de oficio jornaleros, sin y con instrucción, sin antecedentes penales, insolventes y en prisión, habiendo sido parte el Ministerio Fiscal, Ponente el Magistrado D. Manuel Docavo Núñez y defendidos los procesados por el Letrado Eduardo Mazón.
RESULTANDO: que en la madrugada del seis de octubre último con ocasión del movimiento revolucionario organizado para el día, antes, hubieron de destacarse de los rebeldes los procesados Juan Casas Santiago (a) Fiera y Antonio Membribes Rodríguez, los que se instalaron en la calle de Julián Besteiro (Arroyo) en Marmolejo, el primero junto a la casa número 23, de dicha calle, y el segundo en la esquina de la misma y la de Yepes, con el fin de impedir la circulación de los vecinos, y como saliera de su casa Matías Vidal Fuentes con una cesta al brazo con el propósito de ir a la compra en la plaza de Abastos, los expresados sujetos le llamaron la atención para que se volviera a su casa y como el Matías no les obedeciera prontamente hicieron cada uno un disparo contra el mismo con escopetas de que iban provistos alcanzando en el blanco el tiro del Casas que produjo a Matías una herida, con orificio de entrada por la región lumbar izquierda y salida por la región supraumbilical herida que también le atravesó la mano izquierda y la que le produjo la muerte el nueve del mismo mes. Hechos probados.
RESULTANDO: que al sentir los disparos Francisco Martínez Fuentes, hermanastro del anterior y que vive en la misma calle, salió a auxiliar al herido y en el momento que venían hacia la casa donde habita el Francisco en dirección por consiguiente hacia el sitio en que se encontraban los procesados y dando frente a ellos los repetidos procesados con propósito de matarlos, dispararon nuevamente sus escopetas contra ellos sin alcanzarles los disparos. Hechos probados.
RESULTANDO: que la defensa de (los) referidos procesados en sus conclusiones definitivas estimó que los procesados creyendo realizar un hecho laureatorio pues habían acudido a defender la República que creían amenazada por un movimiento reaccionario y viéndose además acometidos por Matías Vidal que con un arma pretendió encañonarles hicieron cada uno un disparo al aire teniendo la desgracia de que el disparo de Casas ocasionara la muerte al Vidal, constituyendo los hechos de un delito de homicidio siendo autor del mismo Juan Casas en favor del cual concurría la eximente de legítima defensa por lo que procedía absolver a ambos libremente.
FALLAMOS: que debemos condenar y condenamos a los procesados Juan Casas Santiago (a) "Fiera" y Antonio Membribes Rodríguez como autores de dos delitos ya definidos de homicidio simple, uno consumado y otro frustrado, sin circunstancias modificativas, a la pena a cada uno, por el primero de catorce años, ocho meses, y un día de prisión mayor, con las accesorias de inhabilitación absoluta durante ambas condenas, pago de costas por mitad y a que mancomunada y solidariamente satisfagan a los herederos de Matías Vidal la indemnización de quince mil pesetas........" (4).
El testimonio de Miguel Barragán González (nacido en 1912 y afiliado a la UGT desde los 18 años) habla de la incertidumbre con que se vivieron las primeras horas de aquella jornada revolucionaria: "El de octubre fue una huelga general. Estaban ocho o diez en La Peana y todas las salidas y entradas del pueblo ocupadas por huelguistas. Todos estábamos en la certidumbre de que había triunfado la huelga a nivel de España. Antes, bien temprano, sobre las 7 ó las 8 de la mañana fui a la Fuente de los Socialistas a recoger un "puchero" que había dejado olvidado, pues el día cinco me había tocado estar allí para recoger la poca propina que daban los agüistas pues había poco trabajo y los obreros del CIO nos turnábamos en esta clase de tareas. Al salir del pueblo observé que había una guardia de jornaleros.
Al llegar al Santo Cristo vi los carriles del tranvía levantados y a la altura de las escalinatas del Balneario escuché tiros procedentes del pueblo. Cuando llegué a la fuente los compañeros del piquete que estaba sobre el puente del arroyo Seco me preguntaron: ¿qué pasa en el pueblo?. -Pues mira tiene que haber un movimiento muy grande. Nos vinimos todos para el pueblo: por todos lados había gente pero poco a poco se fueron metiendo en las casas cuando empezaron a llegar los militares y la guardia civil".
El piquete que guardaba el paso del puente del Arroyo Seco, según testimonio de Juan Martínez Cano (uno de los integrantes del mismo), vio venir a primera hora de la mañana un coche que procedía de Cardeña. Preguntaron al conductor "¿Usted de donde viene? -Nosotros venimos de Cardeña. ¿Y usted no se ha encontrado ningún obstáculo en la carretera? -Pues sí señor, la carretera en tal sitio está cortada pero nosotros hemos echado piedras y hemos pasado. Entonces llevamos a estas personas a la Casa del Pueblo y lo asistimos allí hasta que se solucionó el conflicto. A lo largo de la mañana empezaron a entrarnos desde Andújar Guardia Civil y ahí estuvimos liados a tiros con ellos toda la mañana hasta las tres de la tarde aproximadamente que vino una compañía de soldados desde Córdoba que cuando entraron a la carga a por nosotros tuvimos que salir del pueblo. Yo me fui a refugiarme a la sierra con mi hermano y allí estuvimos 14 días"(5).
Los huelguistas se percataron a media mañana de que el movimiento no había triunfado globalmente a nivel nacional pues observaron que el servicio de trenes seguía funcionando con regularidad, lo que ayudó a que cundiera cierta desmoralización entre los afiliados menos concienciados.
Manuel Flores Vallejo “Lagaraña”, concejal socialista elegido el doce de abril 1931, ejerció de Alcalde desde julio a octubre de 1933. Participó en la jornada revolucionaria del 6 de octubre de 1934 sufriendo prisión en Jaén hasta el 20 de febrero de 1936. Foto cedida por su hijo D. Antonio Flores Sáez (q.e.p.d).
La llegada de las fuerzas de la Guardia Civil de Andújar y del Ejército de Tierra desde Córdoba se imputó a la acción del encargado de la central eléctrica de Valondillo de la empresa Mengemor, Diego Rodríguez Palomares, cuya "gesta" era resaltada de esta forma por el concejal, Jesús Sáez Martínez en la sesión de 26 de octubre de 1934: "Apenas tuvo noticias del movimiento comenzó a telefonear directamente con Andújar y Córdoba poniendo el hecho en conocimiento de las autoridades para que tomasen las medidas oportunas; y en consecuencia vinieron fuerzas de las ciudades mencionadas primeramente desde Andújar que sostuvieron un fuerte tiroteo con los revoltosos por espacio de más de dos horas y ya por la tarde llegaron fuerzas del Regimiento de Artillería de guarnición en Córdoba volviendo la población a recobrar su aspecto normal".
Ciertamente el movimiento no hubiera podido ser sofocado con las exiguas fuerzas existentes de la Guardia Civil que estaban en la casa cuartel de la calle Maestro, a pesar de que, desde bien temprano, algunos miembros voluntarios alineados con organizaciones de derechas, sobre todo miembros del partido Agrario y de la CEDA, e incluso religiosos como el joven sacerdote Antonio Parras, abrieron fuego contra los huelguistas con sus propias armas pero, desbordados por la magnitud del movimiento, desistieron de su intento (6). Otros muchos marmolejeños de ideas de derechas se mantuvieron encerrados en sus casas ante la presión de sus familias por el peligro que hubiera supuesto hacer frente a los amotinados.
Las fuerzas militares llegadas desde Córdoba, entraron por la Carretera de la Estación y mantuvieron un intenso tiroteo con los obreros a la altura de La Carnicería (hoy Casa de la Cultura) hasta entrada la noche. Estos hechos causaron la angustia e incertidumbre en la numerosa colonia aguanosa, en gran parte hospedada en los numerosos establecimientos de la calle de la Fonda. Un habitual aguanoso de esos años, el abogado Manuel Soler presente esos días, junto a otros muchos agüistas más, recordaría años más tarde que "en Octubre del 34 dimos lecciones que copiarían los héroes del Alcázar toledano, cuando fuimos cercados por la horda sublevada hasta que, por la noche, nos liberaron fuerzas de infantería de Córdoba"(7).
La segunda víctima a computar al seis de octubre sería el joven José Matías Perín Ramos hijo del panadero militante del Partido Socialista y de la UGT, Miguel Perín Ramos, que vivía en la calle Canalejas nº 16. El muchacho de 15 años se había asomado a la puerta de su casa para ver las evoluciones de los acontecimientos y desde el cuartel de la calle Maestro, un guardia civil, le disparó, según algunas versiones, al confundirlo con su padre al que andaban persiguiendo. Eran aproximadamente las seis de la tarde; el joven Perín falleció unos minutos después. Su muerte fue muy sentida por toda la izquierda pues su padre, natural de la Higuera de Arjona, casado con Trinidad Moreno y su tío, Antonio Perín, eran activos militantes del Centro Instructivo Obrero y ese día habían estado ejerciendo como miembros del Comité de Huelga. Cuando fueron a enterrarlo, al día siguiente, algunos huelguistas aún amotinados y escondidos en la huerta de Juan Manuel Alcalá (final de la calle Huertas), comenzaron a disparar tiros contra las autoridades de derechas que acompañaban el féretro como señal de protesta. Esa sería la última acción de resistencia pues desde allí muchos se tiraron a la sierra para evitar ser detenidos. Este fue el caso de Juan Martínez Cano uno más de tantos militantes obreros que hubieron de salir huyendo ante el temor de la represión que se avecinaba tras ser sofocado el conflicto. Según su propio testimonio, “mi hermano José y yo nos fuimos a la sierra por mediación de que teníamos un melonar en la fuente Olid y mi madre y mi mujer, Rosario, nos pasaban la comida por la noche y nos tenían al corriente de lo que había pasado, hasta que ya a los catorce días recibimos una esquela en la que decía: “si no os entregáis a tu padre lo han “encerrao” y dicen que como no os entreguéis a él le cuelgan el costal”. Entonces a mi hermano le dije: vamos a entregarnos pues papa no queremos que padezca por nosotros. Como mi hermano le temía mucho a los palos cuando llegó a la casa se preparó bien poniéndose dos o tres camisones y dos chaquetas pues mi madre nos advirtió bien que estaban dando muchas palizas la gente de la derecha del pueblo y la propia Guardia Civil".
Jesús Sáez Martínez, miembro del grupo de concejales radical-cedistas, fue nombrado tercer Teniente de Alcalde en marzo de 1934 y hubo de ejercer la responsabilidad de Alcalde durante el verano de 1934. Foto propiedad de su nieta Concepción Sáez Abolafia.
La represión desatada fue brutal sobre los dirigentes socialistas y sobre la práctica totalidad del elemento afiliado a las tres organizaciones socialistas, incluidos los jóvenes de las Juventudes. De nuevo la sombra de los trágicos sucesos de Casas Viejas rondaba sobre la memoria de muchos: "Estuvimos presos casi todos los miembros de las tres organizaciones, cerca de doscientos. Primero nos tuvieron presos en la Carnicería, (donde hoy se levanta la Casa de la Cultura). Algunos como Juan Vicaria, el padre de Alfonso el de Catalina "la del Tocino", y José Gómez "El Chindo" ya desesperados se tiraron al pozo del cuartelillo porque no podían más con las palizas. Se liaban a darnos palos a discreción; muchas palizas. Tengo que reconocer que en mi caso, y en el de muchos compañeros más, salvamos la vida gracias a los cuidados de Felipe Roncero "Milindres" (el barbero) y de otros compañeros que me cuidaron las heridas pues yo estaba que no podía ni dejarme caer de espaldas. Cuando llegamos a la cárcel de Jaén era todavía peor" (8).
Lo ocurrido a José Gómez Ruiz corrió como la pólvora entre la gente sensata que no daba crédito a tanta brutalidad. Para salvarlo de una muerte segura hubo de mediar el farmacéutico Francisco Calero Herrero, persona de gran influencia en la localidad, que ante el aviso desesperado del guardia municipal Servando Sandín Sevilla llegó a tiempo de parar las palizas que uno de los militares le estaba infringiendo. Tras los ruegos de Calero, el torturador accedió no sin antes pedirle a José que le diese un beso en la punta de la bota. El joven deseando acabar con aquella pesadilla lo antes posible se lo dio y en el mismo momento el militar le asestó una fuerte patada que le derribó parte de la dentadura (9).
A la joven de 14 años, Francisca Perín, hija del dirigente Antonio Perín Ramos, también la detuvieron para que dijese el lugar donde se encontraba la escopeta de su padre. La muchacha hubo de compartir prisión junto con los jornaleros hacinados en La Carnicería, en donde no quedaba sitio ni para hacer las necesidades fisiológicas más básicas. El testimonio de su sobrina Carmen Perín habla de la solidaridad surgida entre aquellos hombres y esta joven para que cuando llegase ese momento no tuviese que sentir pudor. De mutuo acuerdo los compañeros encarcelados le dijeron a Francisca que "ellos volverían la cabeza para otro lado" evitando así violar la intimidad de la joven.
Los interrogatorios y las correspondientes torturas de los obreros huelguistas se alargaron hasta el mes siguiente dando fin con la vida del dirigente socialista, Andrés Velasco Rivillas, que se convirtió de esta forma en la tercera persona fallecida del seis de octubre. Según todos los testimonios fue víctima de brutales palizas hasta tal punto que el médico Luís Villarejo se negó a firmar la defunción por neumonía que luego apareció en su certificado de defunción y que literalmente dice:
José Matías Perín Moreno (n. 30-11-1919-m.6-10-1934), hijo del dirigente socialista Miguel Perín Ramos, murió a la edad de 15 años por los disparos realizados por un guardia civil desde la casa cuartel de la calle Maestro, dirección hacia la casa de Miguel Perín, en la calle Canalejas, en cuya puerta se encontraba José Matías. Foto cedida por Trinidad Casas Perín.
"En la villa de Marmolejo, a las 9,30 del día 10 de noviembre de 1934, ante Enrique Ayala y Soria, Juez Municipal de esta villa, y D. José Muñoz Cubero, secretario de ella, se procede a inscribir la defunción de D. Andrés Velasco Rivillas de 35 años de edad, natural de esta población, provincia de Jaén, hijo de D. José y de Dña. Catalina, domiciliado en la C/ San Julián (Hospital), de profesión del campo y de estado, casado con María Dolores Gómez Pastor, de cuyo matrimonio deja dos hijos llamados José y Paca Velasco Gómez. Falleció en el Hospital el día de ayer a las 11 horas, a consecuencia de Neumonía doble según resulta de la certificación facultativa (firmada por el médico Julio Vizcaíno). Esta inscripción se practica en virtud de la manifestación hecha por José Gómez Muñoz, padre político del finado, consignándose además que no tiene otorgado testamento, habiéndolo presenciado como testigos D. Alfonso Barragán Ruiz y D. Juan Cámara Castro”. Finalmente firmó la defunción por neumonía el médico Julio Vizcaíno Perales, concejal monárquico en la primera corporación republicana, siendo los testigos mencionados dos guardias municipales.
José Gómez Ruiz “El Chindo” (n. 1904-m.1985) perteneció al Centro Instructivo Obrero y durante la Guerra Civil fue nombrado concejal por el Partido Comunista. Tras la jornada revolucionaria fue hecho preso y torturado casi hasta la muerte, salvando la vida milagrosamente. Sufrió prisión en Jaén hasta agosto de 1935. Foto cedida por su hijo D. José Gómez Aguayo.
El compromiso del médico Villarejo con la honestidad le costaría salir huyendo por la noche del pueblo por temor a las represalias de algunos elementos de derechas, aunque días más tarde volvió poniendo en peligro su propia integridad. La neumonía certificada no fue otra cosa que el resultado de las negligencias cometidas por los torturadores. El testimonio de Juan Martínez, allí presente, es clarificador: "Mataron a Andrés Velasco a palos, con toda la calor y después le echaron agua fresca del pozo para reanimarlo...y se quedó en el acto".
Fueron también especialmente duras las torturas infringidas a uno de los jóvenes socialistas más activos, y cerebro intelectual de la Juventud Socialista, el abogado Andrés Rodríguez, con quien se ensañaron cruelmente por ser hijo del ex-alcalde Andrés Rodríguez al que no pudieron localizar por estar huido. A este joven que había ejercido el puesto de interventor en el Ayuntamiento, le dañaron la vista y hubo de sufrir prisión atenuada y vigilada en su domicilio particular pues no podía valerse por sí mismo sino con la ayuda de sus parientes. En los días sucesivos le hicieron la vida imposible hasta el punto de buscar refugio en La Línea de la Concepción donde se había establecido su familia. El destino le depararía la muerte, junto a su padre, en los fusilamientos masivos llevados a cabo por las tropas nacionales en dicha localidad, en julio de 1936.
También se ensañaron con Ignacio Rodríguez García, "Pirucho", jornalero condenado por el incidente de la bomba del Centro Agrario, al que hubieron de ingresar el 30 de octubre en el Hospital de Jaén como consecuencia de un derrame pleurítico con síntomas de disnea y altas fiebres, según consta en la comunicación del Director de la Prisión dirigida al Servicio Médico del Hospital. Ignacio sería dado de alta el 23 de noviembre y era trasladado el 9 de mayo de 1935, a cumplir condena por el incidente de la bomba del Centro Agrario al Penal de Cartagena junto a Francisco Gascón Casado, Bartolomé Rodríguez Peña y Miguel Barragán Cano.
Las consecuencias más inmediatas del seis de octubre fueron las detenciones inmediatas en el calabozo municipal, y en la prisión comarcal de Andújar, de casi doscientos jornaleros, de ellos 153 hombres y una mujer cumplieron condena en la Prisión Provincial de Jaén. Es decir prácticamente la fuerza motriz más joven de la economía agrícola marmolejeña, que ya no podrían trabajar durante 17 meses, y que, por tanto, dejaban en la inanición y desamparo a mujeres e hijos, pues para la mayoría de ellos la condena se prolongó hasta el 20 de febrero de 1936, tras las elecciones parlamentarias, en que recibieron el indulto y pudieron volver con sus familiares. Calles como la del Norte, Huertas, Vistillas (1ª y 2ª), y Cruz (Nueva), fueron vaciadas literalmente de su componente masculino hasta febrero de 1936.
En segundo lugar tiene lugar la desarticulación de la gran organización obrera socialista, con clausura e incautación de los enseres de la Casa del Pueblo (10) y de los bienes de los dirigentes más destacados (a Andrés Rodríguez se le requisó su casa y a Antonio García el coche y la camioneta). Los principales dirigentes serían encarcelados cuando no exiliados, como fue el caso de los máximos dirigentes históricos Andrés Rodríguez y Antonio García, que hubieron de salir de Marmolejo porque los buscaban para matarlos y para quienes el movimiento huelguístico supuso, además de un sacrificio personal, un verdadero punto de inflexión en sus propias vidas. Los dos dirigentes del socialismo marmolejeño, el ex-alcalde Andrés Rodríguez Gómez y el ex-primer teniente de alcalde Antonio García Martínez “Maqueano” debieron de huir por la noche en un tren buscando refugio en Gibraltar.
Al llegar a Algeciras alquilaron una barquilla para pasar a Gibraltar, pero el barquero les dijo que habían de esperar porque la mar estaba muy alborotada y era muy peligroso. Por fin llegaron y se refugiaron en un barco donde se secaron y pidieron asilo. En cuanto a Andrés, según el testimonio de Pablo Iglesias García Vergara, hijo de Antonio García, "quería volverse de Algeciras a Marmolejo para que a sus hijos no le hiciesen nada, pero Antonio le quitó la idea ante la ferocidad de la fuerza fascista. Ya se sabe su lema "sembrar el terror para aterrorizar a los pueblos, para dominarlos. Ante las reticencias de las autoridades gibraltareñas a darle asilo político, tuvieron que escribir al Secretario del Partido Laborista Inglés (que luego fue primer ministro del gobierno inglés), y finalmente lo lograron".
Con el indulto general de los huelguistas del 6 de octubre, "Maqueano" encontró trabajo en Gibraltar, en la casa BATA de zapatos, a donde arrastró a toda la familia, y Andrés estableció una panadería en La Línea de la Concepción.
En los días posteriores a la jornada revolucionaria las autoridades locales y militares no cejaron en el empeño de localizar su paradero. La carta del capitán Juez Instructor Militar, Manuel Hurtado fechada en Jaén a 19 de noviembre de 1934, contestando a otra del alcalde Carlos Sánchez dice así:
"Mi distinguido amigo: Recibo su atenta carta acompañándome oficio sobre la malversación de fondos cometidos por Andrés Rodríguez y Antonio García, de cuyo oficio le doy traslado al Sr. Gobernador Militar del Campo de Gibraltar como me tenía interesado dicho Señor para poder gestionar la extradición de dichos individuos así es que espero la contestación para que en caso de ser detenidos sean trasladados a esta prisión o a Marmolejo, pero a este último sitio es más difícil porque ya no me darán dietas. Sin más por hoy salude afectuosamente a D. Miguel Vencelá (quizás quiso decir José) y a todos los amigos y Usted sabe le aprecia su buen amigo q.e.s.m. Firmado Manuel Hurtado. Post data: salude a Navarro y a Herrera".
Andrés Velasco Rivillas, afiliado al partido Socialista y a la UGT, murió el 10 de noviembre como consecuencia de las torturas propinadas por guardias civiles tras la jornada revolucionaria del 6 de octubre. Era jornalero del campo pero sabía leer y escribir perfectamente como la mayoría de los afiliados al Centro Instructivo Obrero. En abril de 1931 fue elegido concejal y representó al Ayuntamiento en el Consejo Local de Primera Enseñanza. El 11 de junio de 1932 ocupó el cargo de Alcalde tras la dimisión de Andrés Rodríguez Gómez hasta el 8 de julio de 1933. Foto cedida por D. Manuel Cañaveras Cruz.
La experiencia vivida por estos dos dirigentes socialistas era recogida en la siguiente crónica del diario gráfico madrileño “La Estampa” que, el 22 de febrero de 1936, dedicaba un reportaje, a los dirigentes comunistas y socialistas refugiados aún en el Peñón desde la Revolución de octubre, justo cuando muchos de ellos ya se planteaban volver a sus pueblos de origen tras la victoria del Frente Popular. Dice así: “Coincidiendo con la llegada de estos españoles, otra docena de emigrados, -los marxistas- han abandonado ahora Gibraltar. Poco después de la revolución de octubre se refugiaron aquí bastantes, pero en la actualidad sólo quedaban doce: cinco comunistas y siete socialistas. En los días turbulentos que siguieron al 6 de octubre, llegaron hasta el Peñón, pasando apuros, disfrazados, nadando…Dos de ellos, Andrés Rodríguez y Antonio García, de Marmolejo, atravesaron la bahía de Algeciras en una barquilla que hacía agua una noche de temporal…Tardamos cinco horas en la travesía –me cuentan-, porque se rompió el remo. La barquilla se había llenado de agua y a cada momento creíamos que se iba a hundir. Hacía una noche muy oscura, y nosotros no sabíamos nadar…Aunque han vivido más de un año en Gibraltar, y en una ocasión, hace varios meses, el Gobierno Lerroux solicitó la extradición, las autoridades inglesas no les han molestado nunca. En cambio la organización laborista de aquí les ha ayudado constantemente. En general, durante el tiempo que ha durado su expatriación han vivido aburridos y melancólicos. Todos hemos trabajado –dice el más viejo de ellos-, cada cual en su oficio, y algunos de peones. Los ratos libres los dedicábamos a pasear, a estudiar inglés y a los deportes. Los jóvenes tenían cada uno su novia correspondiente por aquí; los viejos nos metíamos en los cafés a discutir sobre marxismo…El mayor tormento que hemos sufrido era ver constantemente la costa y las ciudades españolas y no poder ir, no poder salir del Peñón…Pero ya ha terminado nuestro suplicio: esta misma tarde nos vamos a la Línea…” (11).
Antonio García “Maqueano”, si volvería por Marmolejo con su familia ya durante la guerra, pero quien fuera primer alcalde socialista de la localidad, el panadero Andrés Rodríguez, ya no volvió más por su patria chica. Quedó trabajando con parte de su familia en La Línea donde montó una pequeña panadería y unos meses después a esta entrevista de La Estampa, tras el triunfo de la sublevación nacionalista en la Línea de la Concepción, era delatado por un paisano muy vinculado a la derecha, afincado en Algeciras, siendo detenido y fusilado en julio de 1936.
Finalmente era obvio que la brecha abierta en la sociedad marmolejeña iba a ser difícil de cerrar ya que la derecha local antes que perdonar se radicalizó, aún más, buscando como única salida al conflicto la represión autoritaria, la justificación permanente de sus actuaciones y unos modos y maneras de gobernar alimentados por el rencor y la venganza. Desgraciadamente en la represión no solo actuaron las fuerzas del orden sino que también algunos ciudadanos de derechas se ensañaron torturando, a título personal, a los presos y abonando con sus postulados pre-fascistas un clima propicio para la propagación del odio entre vecinos con consecuencias dramáticas a medio y largo plazo, pues darían pie a actuaciones posteriores de carácter revanchista, por parte de milicianos republicanos en los primeros meses de la Guerra Civil.
El socialista Manuel Flores, cuatro años después de los hechos revolucionarios, en calidad de Alcalde en funciones, recordaba al Juzgado Especial de Tribunales de Urgencia de Jaén, mediante un informe, que el sacerdote Antonio Parras "ha sido gran propagandista de las derechas.... Como presbítero hizo mucha propaganda desde el púlpito, excitando a la burguesía para lanzarla contra la clase obrera", y en términos parecidos informaron del cedista Andrés Pastor.
Este movimiento obrero iba a suponer, por tanto, un antes y un después en la vida cotidiana de las gentes de Marmolejo y, cómo no, un punto de desencuentro definitivo entre la izquierda y la derecha local agravado definitivamente durante la Guerra Civil y postguerra y no superado hasta muchas décadas después.
La defensa de unos ideales de justicia social y democracia participativa, en suma la esperanza en un futuro mejor encarnada en el régimen republicano, iba a imponer un precio muy alto a esta generación de marmolejeños, pagado con torturas y años cárceles. Se fomentó desde entonces por los poderes conservadores la idea del individuo de izquierdas como perverso, o malvado, generalizándose la práctica de penalizar con la no contratación a aquellos obreros sospechosos de ser de izquierdas. Gran parte de los trabajadores del campo estuvieron bajo sospecha y se alimentó, como nunca, la idea de que ser "persona de orden y de ideas religiosas" era garantía de jornal seguro, situación que obligó a muchos jornaleros a asistir a la misa del domingo, y a los actos religiosos públicos, para poder trabajar mientras que, al contrario, socialismo (o marxismo) era sinónimo de inmoralidad y barbarie.
Luis Villarejo Guerrero (Granada, 1901-SantaFé, 1969) ocupó plaza de médico titular desde 1929 hasta agosto de 1938. Profesional honesto y humanitario, no accedió a las presiones de las autoridades radical-cedistas para falsear el motivo de la muerte del exconcejal socialista Andrés Velasco. Ello le costó la enemistad con un amplio sector de la derecha marmolejeña a pesar de que él se declaraba de simpatías monárquicas. Foto cedida por su nieto D. José Luis Bonor Villarejo.
Sin embargo entre la clase trabajadora local quedaría grabada la imagen última de la represión brutal ejercida sobre los líderes y afiliados obreros, tomando cuerpo gradualmente un sentimiento de solidaridad y agradecimiento hacia la labor realizada por la organización socialista en su compromiso con la mejora de las condiciones de vida de los jornaleros. Finalmente otro efecto de tipo colateral sería la aparición de una imagen de villa nada tranquila para los agüistas pues las noticias de lo ocurrido trascendieron al resto de España a través de la prensa por las razones que más adelante veremos.
Como ya hemos dicho, en los días siguientes al movimiento se detuvieron a los huelguistas, se le requisaron las armas (12), se les torturó en el cuartelillo y otras veces en el mismo patio del Ayuntamiento, para que hablaran y, finalmente, la mayoría fueron mandados a la cárcel provincial de Jaén. Algunos empleados municipales como Juan Soriano Carmona, y Juan Centeno Rodríguez, encargados de la limpieza viaria; Félix Gómez García, oficial de obras; José Gómez Romero y Daniel Peinado, guardas municipales de campo; Carlos Merino Gómez, guardia municipal; Alfonso Vicaria Correas, músico, fueron depurados y obligados a dejar el puesto de trabajo "voluntariamente". En el caso de Juan Soriano tuvo que dejar además la casa del Matadero donde vivía.
Fotografía aparecida en el ABC del día 3 de noviembre de 1934, dando cuenta de las armas requisadas a los huelguistas de Navas de San Juan (Jaén) –arriba- y de Marmolejo, abajo.
La lista de obreros implicados en la intentona revolucionaria con condena de prisión se aproximó a doscientos, entre ellos todos los miembros de las ejecutivas del Centro Instructivo Obrero, ex-concejales socialistas y un nutrido número de obreros afiliados al PSOE, a la UGT y a la Juventud Socialista. La mayoría sufrieron condena en la Prisión Provincial donde fueron llegando desde la prisión municipal y comarcal a lo largo de los meses de octubre y noviembre. Todos los procesados serían juzgados por los delitos de "sedición", en unos casos, y de "sedición y agresión a fuerza armada", en otros. En ambos casos intervino un Juez de Instrucción Militar desplazado a Marmolejo al efecto. De un reducido número de huelguistas no consta expediente procesal en el Archivo Provincial pero si hay información de que fueron detenidos en los primeros días e incluso se les requisaron armas de fuego. A ellos también se les incluyen en la siguiente relación pero sin datos personales. Véanse en apéndices I y II.
El clima de preguerra civil tras la intentona revolucionaria y la idea que caló en la derecha de que en aquella jornada revolucionaria la UGT quería traer a España la experiencia comunista de Rusia, quedaba nítidamente reflejada en la carta del concejal de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), Andrés Pastor, dirigida a su amigo Pedro Perales, afiliado ugetista, ahora en la cárcel de Jaén por participar en la huelga: (13)
"Fue en mi poder tu atenta de 8 del corriente y veo, lo pasas regular. Por esta todos bien gracias a Dios. Pedro no te he contestado antes por mis muchas ocupaciones que con la reparación de la fábrica y la preparación de la aceituna que en cuarenta mil olivos que llevamos para broma basta. Te ruego hagas el favor de aclarar los débitos que tienes apuntados en la tienda, una vez que hay varias personas que no reconocen tales débitos y (dicen) que si deben es cosa muy corta entre esas tu amiga Conchita que tiene apuntadas en el libro doscientas pesetas y dice que ella solo deberá unas cincuenta, así es que te agradeceré infinito que detalles las referidas cuentas si no para cobrarlas, para saber lo que dan de si estas personas. Seguramente que en el tiempo que llevas en esa rodeado de tus buenas amistades de ideales, habrás recordado las veces que he dicho delante de ti que el Socialismo no acaba en bien, que el camino que seguían los socialistas no era el mejor. Si el Socialismo fracasó en todo el mundo ¿por qué no había de fracasar en España?. Y entre tantos días que habéis estado preparando la revolución, doscientas personas, o las que sean, no se le ocurrió a ninguno pensar que después de cometer los asesinatos que teníais proyecto de hacer y pasándose unos meses de haber conseguido vuestro deseo ¿qué suerte hubierais corrido?.
¿La de Rusia?. Mejor hubiera sido que en vez de estar ciegos leyendo el periódico "El Socialista", hubiérais leído periódicos sensatos que dicen la verdad de lo que pasa en Rusia. A ver entre tantas naciones que hay en el mundo, si el comunismo fuese regular hubiese copiado pero no hay más que Rusia, y con el tiempo veremos ésta lo que será. Seguro que estaréis bien enterados que el comunismo, una de sus buenas condiciones, es la que tus hijos cuando despecha su madre, se los lleva el Estado. La mujer de otro puede ser tuya sin verlo mal y hacen trabajar con un látigo y el que intenta huir a otra nación lo matan y una nación tan grande los obreros mueren miles de hambre y todo eso es verídico. Lo publican todos los periódicos sensatos menos el periódico que a espaldas mías leías tú. La mancha criminal que pesa en vuestra consciencia durará lo que dura la exterminación de siete generaciones. El que un hombre mate en riña, o mate a diez, siempre es (será) un criminal, pero son cosas muy corrientes en la vida. Lo que no es corriente es lo que pasa en Rusia, lo que ha pasado en Asturias y lo que teníais proyectado aquí: tener nombrado el verdugo que tenía que matarnos, y esto después de encontrar una lista de todos los que teníamos que ser ejecutados. Ocho meses haciendo y preparando bombas y municiones como si hubierais ido a una montería. Todos los seres humanos antes de cometer algo grave meditan, piensan, y lo natural, no habiendo resentimientos hondos, se arrepienten. Pero aquí íbais todos adelante, peor que las fieras, mucho peor. Las fieras se dejan matar por no abandonar a sus hijos y vosotros con la tranquilidad y sangre fría los habéis abandonado. Siento mucho te molestes porque te hable tan claro. Tú sabrás que yo no sé fingir. Siempre dije lo que sentí y de contestarte otra cosa no te podría contestar. El día de la manifestación estuve en la prisión por ver si te lo podía decir personalmente y me dijeron que no era ocasión. La mujer de "Culolata" y la hija de "Charavito" estaban en la puerta, y me dijo el centinela que no era ocasión de poderte hablar, cosa que sentí. Dispensa mi molestia, y con recuerdos de mi familia se despide tu amigo".
Años más tarde, en plena Guerra Civil, el alcalde Manuel Flores trasladaba al Gobernador Civil un duro informe sobre Andrés Pastor que permanecía preso Jaén, comunicando que "había tenido mucha actividad en la represión de octubre, ordenando a la Guardia Civil la recogida de obreros y los que debían ser apaleados. Siempre fue enemigo de los trabajadores, boicoteando descaradamente las leyes de la República. Mientras la Guardia Civil maltrataba a los obreros Pedro Prieto Sánchez y José Portillo Robles en el patio del Ayuntamiento, él como concejal aplaudía desde un balcón a la mencionada Guardia".
Además de estremecedores informes como éste que no hicieron más que certificar el clima de enfrentamiento civil, otras de las secuelas más importantes del seis de octubre fue la situación de calamidad en que quedaron las familias de los huelguistas, la mayoría de ellas al amparo de la caridad pública que dispensaban el Ayuntamiento y las familias pudientes, con lo que el grado de humillación a que tuvieron que someterse llegó a niveles nunca vistos solo superados en la postguerra. Para colmo de males 1935, año en que los huelguistas cumplían condena, resultó agrícolamente pésimo, con altas cotas de parados. El número de desempleados osciló entre los 668 obreros del campo del mes de marzo hasta los casi 800 de agosto. Esta situación la agravó, aún más, el hecho de que muchos propietarios agrícolas se negaron a contratar obreros de Marmolejo para la recolección de las aceitunas tal y como expresaba el Alcalde Carlos Sánchez al Gobernador Civil:
Felipe Roncero Córdoba, popularmente conocido como “Milindres el barbero”, fue un joven de actitudes solidarias, lo que le valió el aprecio de todos sus compañeros de izquierdas tras la brutal represión posterior a los sucesos de octubre. Gracias a sus conocimientos adquiridos en su profesión de peluquero, ayudó a sanar de sus heridas, a muchos presos y dirigentes obreros torturados en la Casa Cuartel de la calle Maestro. Aparece en esta fotografía con sus dos sobrinos: Isidoro Real (izquierda) y Francisco, fallecido en Guerra a la edad de tres años. Foto cedida por su sobrino D. Isidoro Real Roncero.
"Habiendo comenzado en el día de hoy la recolección de aceituna de este término municipal, tengo el honor de poner en conocimiento de V.E. que a esta Alcaldía han llegado noticias de que los propietarios de fincas sitas en el mismo, D. Antonio Orti Rodríguez, D. Francisco García Pedrajas, D. Antonio Moya Castro y D. Francisco Herrero García, este último Ingeniero Agrónomo de la Sección Provincial de Córdoba, tienen contratados obreros forasteros para efectuar la recolección, procedimiento que, sin duda de ningún género ha de provocar incidentes desagradables entre los obreros de este pueblo que después de un largo periodo de paro forzoso, no pueden ver con agrado tales medidas, que implican restar jornales que legítimamente les pertenecen y además dará lugar a que la mitad de los trabajadores de Marmolejo continúen sin ocupación, obedeciendo todo ello a que los patronos de esta villa no quieren personal de Marmolejo desde que ocurrieron los sucesos luctuosos de Octubre de 1934. Como este Ayuntamiento, dada su penuria económica no puede hacer frente, en modo alguno, a remediar tanta calamidad pública, le significo que esta misma mañana me he encontrado la Casa Ayuntamiento totalmente ocupada por mujeres famélicas en demanda de que se les de alguna limosna. En su virtud y aunque esta Alcaldía no desconoce la libre contratación de obreros lo pongo en su conocimiento por si mañana pudiera por los motivos expresados provocarse alguna alteración de orden público, esperando de su respetable y superior autoridad se digne manifestarme si hubiere algún medio de evitar el que elemento extraño a esta población se ocupe intensamente en la citada recolección. Salud y República" .
Pedro Perales Ollero con domicilio en la calle Norte 36, era uno de los más veteranos del Centro Instructivo Obrero. Jornalero del campo, participó en la Huelga General, sufriendo más de 10 meses de prisión en Jaén. Foto: Archivo Municipal de Marmolejo.
Mientras esta situación parecía enquistarse en la sociedad marmolejeña, un artículo de "El Heraldo" de Madrid periódico nada sospechoso de izquierdismo, pero con notable influencia sobre el mundillo político nacional, destapaba la llaga de la herida que la derecha pretend`´ia ocultar. El artículo se titulaba "En Marmolejo, el niño que no reza, no come" y fue publicado el 22 de junio de 1935 con el siguiente contenido:
"Son varios los conductos por los que nos llegan noticias verdaderamente alarmantes de lo que sucede en Marmolejo. Ya en número anterior nos referimos al alarde que supone pasear las calles del pueblo con la banderita bicolor en la solapa, con el beneplácito de sus republicanísimas autoridades. Pero las que hoy nos envía un buen republicano de aquel pueblo colman la medida, señor Ministro de la Gobernación. Parece que el hambre se ha extendido tanto sobre la sufrida clase trabajadora, que ha sido "necesario" abrir un centro católico y en él instalar un comedor de "caridad". Claro que no podía faltar el cura al frente del mismo. !Quién iba a encarnar mejor la máxima de dar pan al hambriento!. Pero ahora resulta que el derecho a comer se supedita a ciertas reglas que dicen muy poco, no ya solamente en favor del cura, rector de esta obra benéfica, sino de los santos varones y damas de Estropajosa que contribuyen con su óbolo a tal fin. Nos remitimos a la carta que recibimos de nuestro republicano comunicante, por creer que sus sencillas y gráficas palabras, limpias de literatura y sin adobo de lirismo, dicen cuanto nosotros deseamos hacer llegar al Sr. Portela Valladares, baluarte en el que la opinión republicana cifra sus esperanzas en este instante. Dice así nuestro amigo: "El pueblo está en la última miseria; han abierto un centro católico y han puesto un comedor para los niños pobres; pero antes de darles la comida tienen que rezar, y por las calles les tienen dicho que vayan rezando en alta voz, y el que falte a la "doctrina", a la iglesia, al otro día no le dan de comer". Ofrecemos a nuestro pío colega "El Debate" (diario de orientación católico-conservadora) las anteriores palabras, que son todo un poema, aunque envuelto en rústico ropaje".
El gobernador civil Fernández Mato por esta vez pidió explicaciones al Alcalde a cerca de la situación denunciada en el diario madrileño y a Carlos Sánchez no quedó otra alternativa que contestar en su propia defensa al Diario "El Heraldo" en los siguientes términos:
"Muy Sr. mío: En el número 15385 de Heraldo de Madrid, correspondiente al sábado 22 del actual, páginas 1ª y 2ª , aparece un artículo titulado "En Marmolejo el niño que no reza no come" y para desvirtuarlo le ruego encarecidamente publique la presente carta en los mismos sitios o páginas en que ha aparecido el citado artículo. Es cierto que en esta población se creó y subsiste un comedor de Asistencia Infantil, como consecuencia de los luctuosos hechos acaecidos en este pueblo el 6 de Octubre de 1934. La idea de tal creación salió lisa y llanamente de ver el desamparo en que habían quedado los hijos de los revolucionarios que fueron procesados y que imploraban la caridad pública por las calles no regateando esfuerzos y molestias por todas las clases sociales para conseguir que a dichos niños no les faltase la alimentación, ya que sus padres detenidos en la cárcel no podían proporcionarles el sustento.
Para el sostenimiento de tal comedor han contribuido y contribuyen sin distinción de clase alguna todo el vecindario, aportando cada cual su óbolo con arreglo a sus disponibilidades. Son pues falsos de toda falsedad los asertos contenidos en el mencionado artículo y en otro anteriormente publicado en su propio periódico que honradamente reprochamos, no habiéndose dado ni un solo caso que se haya desatendido a ningún niño de los que han asistido al comedor.
Con inusitado descaro, el comunicante cuyo nombre se oculta sin duda por su mala calaña, es un falso impostor al asegurar que en el comedor de caridad para dar de comer a los niños se observan ciertas reglas que dicen muy poco en favor de estos habitantes y de sus autoridades. Es igualmente falso que en esta población haya persona alguna que se haya permitido llevar en la solapa la bandera bicolor, y en cuanto al republicanismo de estas autoridades locales me enorgullece patentizar que es puro acrisolado. No dudo pues que en honor a la verdad ha de acceder a mi ruego de que en ese periódico se dé cabida a la presente carta según le intereso, quedando de usted muy atento Fdo: Carlos Sánchez".
En general podemos afirmar que la resaca de los acontecimientos de octubre condicionaría la vida política y social a lo largo del año y medio en que los huelguistas estuvieron encarcelados. Muy al contrario que a los obreros represaliados, a las personas que sobresalieron en la lucha contra los huelguistas se les premió con los máximos honores y distinciones posibles.
El cuatro de noviembre se convocaba en la capital un acto al que el Gobernador Civil como organizador del mismo, invitaba a todos los comités locales del Partido Radical "para que asistan con bandera al homenaje que ha de rendirse al Ejército, Guardia Civil, fuerzas de Seguridad y Asalto y Cuerpo de Vigilancia por su leal y brillante comportamiento en el ya extinguido movimiento revolucionario", y cinco días después se nombró ciudadano de honor e hijo ilustre de Marmolejo al líder del Partido Radical, Alejandro Lerroux.
Francisco Martínez Cano “Matarratas”, huyó a la sierra junto a sus hermanos Juan, Bartolomé y José al finalizar la jornada revolucionaria. En los días posteriores fueron hechos prisioneros y conducidos a la prisión de Jaén, donde estuvieron hasta agosto de 1935. Foto: Archivo Municipal de Marmolejo.
Por su parte el director-gerente de la compañía Mengemor en Madrid, remitía al Alcalde la siguiente carta el 15 de noviembre de 1935: "Recibida por conducto de nuestro representante en Córdoba su atenta carta, comunicación de fecha 31 de Octubre, trasladándome el acuerdo tomado por ese ilustre Ayuntamiento, tengo el honor de manifestarle en nombre de esta compañía y muy especialmente en el mío propio, profundamente reconocidos por la atención que nos dispensa esa ilustre corporación que si nos llena de íntima satisfacción la conducta de todo el personal de la compañía, al permanecer sin excepción alguna en sus puestos durante los sucesos pasados, hemos experimentado especial y profundo orgullo al ver destacar entre sus funcionarios, agentes de la contextura moral del Sr. Diego Rodríguez Palomares, quien obrando a impulsos solamente de su honradez y lealtad y dando un alto ejemplo de ciudadanía, libró a esa población de la angustia y zozobra en que vivió por espacio de varias horas, durante el movimiento revolucionario que ha puesto a España en grave riesgo de desaparecer como nación civilizada. Estas consideraciones y la ejemplaridad del caso, ha impulsado a esta Dirección a dar cuenta del mismo al Excmo. Sr. Ministro de Gobernación, solicitando se conceda a Diego Rodríguez Palomares una recompensa oficial".
Pedro Medina Lozano, jornalero, de 46 años, con domicilio en la calle de Las Huertas, 18, participó en la jornada revolucionaria sufriendo prisión hasta febrero de 1936. Tras la Guerra Civil fue hecho prisionero por las tropas de Franco y murió el 23 de noviembre de 1941 en la prisión burgalesa de Valdenoceda, a la edad de 53 años. Foto: Diario Jaén.
Las gestiones de la empresa ante el Ministro de Gobernación, el cordobés Eloy Vaquero (14) surtieron el efecto deseado y se le concedía al citado empleado la distinción de Caballero de la Orden de la República por el Ministerio de Gobernación, con fecha 23 de enero de 1935. Otra personalidad ensalzada sería el gobernador civil de Jaén, Ramón Fernández Mato, para el que se solicitaba la Gran Cruz de la Beneficencia al Ministro de la Gobernación por "su actividad, celo y patriotismo en sofocar los sucesos revolucionarios de este pueblo el 6 de octubre de 1934".
También fue muy celebrada la labor de los funcionarios municipales afines al gobierno de centro-derecha como fue el caso de los guardias municipales Alfonso Barragán Ruiz y Ramón Lara Pérez; éste último se distinguía según el concejal Pedro Perales Yedrá "por su colaboración con la Guardia Civil y por recoger un saco de cartuchos de los amotinados". Los agradecimientos se hicieron extensibles igualmente a los números de la Guardia Civil, Gabriel Herrera Ruano y Francisco López Navarro.
José Gutiérrez Alcalá desde la atalaya que le proporcionaba el periódico cordobés de tendencia republicano- radical “La Voz”, plasmó en varios artículos la versión de la derecha republicana marmolejeña sobre los acontecimientos de octubre, mostrando desacuerdo con la actuación de las organizaciones obreras y ensalzando la actitud de las autoridades locales y de las fuerzas del orden. Al comienzo de la República, Gutiérrez Alcalá militó en el Partido Republicano Radical; en abril de 1933, entró a formar parte como Secretario General en la ejecutiva local de este partido como hombre de confianza del Carlos Sánchez Solís (15). Parece ser que en estas fechas de los sucesos revolucionarios aún mantenía su militancia radical aunque hacia 1935 tomaba el camino de su máximo referente político a nivel nacional, Diego Martinez Barrio, distanciándose del partido Radical y ayudando a fundar en nuestra localidad la nueva formación política Unión Republicana, liderada por este político sevillano y que en 1935 se integraría en el Frente Popular. Paradójicamente su compromiso final con la República le valió la cárcel en la Postguerra. Todavía en su versión más genuina de joven radical-republicano, el 16 de octubre enviaba la siguiente crónica de los sucesos del 6 de octubre en el diario republicano La Voz:
“El muerto número 15
“Ahora que pasó el día, o mejor, aquellas horas angustiosas, desde las cuatro de la mañana a las 12 del día, en que hubimos de vivir bajo la amenaza tétrica y brutal de la pistola y la escopeta de dos cañones, bajo el son frenético del hacha y bajo el siniestro signo de la hoz socialista, que acostumbrada a vivir abrazada al martillo, en el corazón de un campo rojo, quiso forjarlo ella con sangre inocente en la revolución del día 6; ahora que nuestras cárceles convirtiéronse en cubiles para dar albergue a las fieras “paqueadas”, a los monstruos nacidos bajo los auspicios de las doctrinas marxistas, a los forajidos interpretes de la revolución, igual en salvajismo a las megalomanías leninistas, con el snobismo “gansteriano” que dijera felicísimo Salazar Alonso, desde el ministerio de Gobernación; ahora, en fin, que estos desalmados del Marte fraticida, contenidos por el rigor patricio, esperan el golpe de la Ley –que siempre será benigna ante la cuantía de su intención-, y ya que Dios quiso depararnos la dicha de “ poder contarlo”, vamos a ofrecer esquemáticamente a los lectores de LA VOZ, que son nuestros hermanos ante la Patria, la reseña de lo que aquí ocurrió. Lo escribe la “mano de un muerto”, del “muerto número15”, porque aparecía en la “lista necrópolis” después del último concejal, que son 14…!Número 15 en esa lista hallada en poder de los revolucionarios en que aparecían los no nombres de aquellos que habían de morir en cuanto saliesen de sus domicilios, o cuando, triunfante la revolución, fuesen “ajusticiados” en el patíbulo en que se convertiría la plaza del pueblo!...
La revolución
Día 6 de octubre. Cuatro de la mañana. Día y hora de la revolución puesta en marcha. La bella palidez del crepúsculo, se desgarra por una descarga al unísono de los revoltosos que, tomadas las bocacalles del pueblo, se disponen con su diana de asesinos, despertar al vecindario, al mismo vecindario que pensaban decapitar. Con los ojos pegados por el sueño, la gente se asoma a los balcones, a las ventanas, y los salvajes con escopeta, encañonándolas, les obligan a meterse dentro. Ya está el pueblo despierto. Ya sabe el pueblo que está cercado por la Muerte. El que tiene arma se va a ella instigado por el instinto de conservación. Ya ha despertado el pueblo, para abrir sus ojos a la realidad, un poco más brutal que de ordinario del día 6 de Octubre; hay que mata….No cesa ya el tiroteo. Los revoltosos socialistas, sinónimo de bandoleros, están agazapados en las esquinas y vuelven amenazadoramente a las personas que inocentes de todo, salieron de sus casas. Todo como bandoleros, cubierta la cara con la gorra calada y el cuello de la pelliza subido, con trabucos…Los hortelanos y vendedores de la plaza de abasto, son vueltos violentamente. Todo el pueblo es suyo. Han cortado las comunicaciones telefónicas; las carreteras; frente a cada una de las casas habitadas por quienes podrían salir a darles batalla, varios escopeteros, siguiendo el menor movimiento de las persianas.
En tanto, frente al cuartel, se está librando una gran lucha. Los guardias, pocos en número, están avisados. La noche anterior, la pareja que prestó servicio de vigilancia, hizo una importante gestión. Detuvo a dos socialistas y se incautó de 112 cartuchos cargados con balas. Arreció su vigilancia. Cacheó. Puso en la pista a sus compañeros. Y por si fuera poco, dando las cuatro, entraron en el cuartel los guardias nocturnos –reconocidos héroes de la jornada-, Ramón Lara y Ambrosio Lara, huyendo de las amenazas de muerte de los revoltosos y dando la noticia. Este nutrido tiroteo del cuartel exacerba al resto de los revolucionarios. Y cuando en esta refriega cae con la cara deshecha por un balazo el hijo de un cabecilla para no levantarse más, en la calle y próximo al balcón del cronista suenan cuatro disparos. ¿Qué tenían estos disparos, qué raro lenguaje expresaron que a todos nos impulsó a desafiar a la muerte, abriendo nuestros balcones?...Aquellos disparos levantaron salpicaduras de sangre inocente. Matías Vidal Fuentes, ejemplo vivo de honradez acrisolada, poderosa estampa de nobleza y honor, ha caído al salir de su casa. El amigo bueno, el hombre inocente, sin saber lo que ocurría y como todas las mañanas, a la misma hora, sale de su casa con el cesto para hacer las compras en la plaza…Pero…!Él estaba en la lista! ¡Él guardaba número en ella, y tenía que morir!...Por eso aquellos balazos nos hicieron salir y disparar, pues, todavía cuando el desdichado Matías estaba en el suelo, herido de tres balazos, luchando con la muerte y su hermano Francisco salió a recogerlo, sus viles asesinos dispararon de nuevo sobre los dos…Vuelven a llover los disparos en el marco de nuestros balcones y tenemos que renunciar a la protección del mártir caído, que en su casa se desangra por la herida del brazo, de la mano y la más fatal del vientre. ¿Podríamos pensar que la canalla que tan cobardemente asesina, podría cubrir ese requisito humanitario de prestar asistencia médica al herido?...!Pobre Matías!...Extremado cumplidor de sus deberes siempre, casi mártir de ellos; apóstol de estos predicados –lo recuerdo yo que soy de esa juventud a la que tú tanto aconsejaste- parece que has querido culminar tu vida no consintiendo que nadie se desvie del cumplimiento de este deber. ¡Ellos, tus asesinos, tenían el “infame deber” de matarte, y tú les diste ocasión para que lo cumplieran!...
El alcalde don Carlos Sánchez Solís, secuestrado en su casa, patriota gobernante
Pero a todo esto, la revolución ha seguido. No cesan los tiros, al contrario arrecian. El monstruo que la impulsa se nutre de la carne de los que caen y se crecen. La noticia se debe correr entre ellos, y todos, ante “el ejemplo de aquellos camaradas”, se aprestan a cumplir “su deber”. La casa del señor alcalde don Carlos Sánchez Solís, está cercada por más de veinte forajidos; por los corrales, que dan al campo, gente con trabucos; en la puerta, en las ventanas, gentuza armada también. Ya llegan a golpear la puerta. Pero él sereno, valiente, empuñando su pistola, en medio del llanto de su mujer y sus hijos, acechado por la muerte, cumple con su deber; cogido al teléfono lleva su voz alentadora a los hoteles, atestados de enfermos que curan en nuestro Balneario, les habla y les anima; lleva su voz a nuestras casas, nos arenga, por teléfono, que aunque cortado para el exterior, funciona para el interior de la población. Interesándose por nuestra asistencia, cuando por sus circunstancias especiales, sólo debe velar por la suya, en mayor peligro, y lo mismo que en la noche anterior por sus personales y arriesgada investigaciones por junto a la Casa del Pueblo, ordenó se cachease, dando lugar al brillante servicio reseñado más arriba por los guardias civiles señores Navarro y Herrera -¡Éstos sí que son verdaderos héroes!-, hoy no se resigna a ser vencido. Se puso en contacto con el jefe de la Central Eléctrica de de esta localidad y su serenidad decidió, ¡al fin!, la cruel batalla. Desde allí se transmitió la noticia a otros pueblos y llegó fuerza armada…Ya próximas las doce de día, los revoltosos se lanzan al campo. Sólo queda un foco dentro del pueblo que se resiste y agrede a la fuerza pública, pero que es vencido, sin víctimas…
Final
Así fue de trágica la revolución del día 6 en Marmolejo. Queda mucho por reseñar, qué duda cabe. Lo principal: el elogio a la fuerza pública: el teniente señor Aguilera que sostuvo intenso tiroteo en la carretera al entrar al pueblo durante dos horas; al otro teniente señor Madrigal, igualmente destacado; a las fuerzas a sus órdenes, todas; las de nuestro pueblo; pero por si es poco el homenaje nacional que se le brinda, en el que pediremos puesto de honor para ellas, volveremos nuevos días a las cuartillas, deseosos de ayudar al luminoso bordado de las condecoraciones que tales valores merecen, con nuestra modestia aliada a la mejor voluntad.
Queda mucho por decir…¿Y nuestro alcalde no puede ser recompensado por el Gobierno? Más, repetimos, que hemos de silenciarnos ya hoy. Esperemos a que, más distanciado el eco de los disparos, nuestras almas puedan vivir el ansiado remanso de la paz….J. GUTIÉRREZ ALCALÁ, Marmolejo, Octubre, 1934”.
Con dos nuevos artículos bajo el subtitulo de “Conductas Señeras”, publicados en LA VOZ, los días 3 y 6 de noviembre respectivamente, y dedicados, esta vez, al alcalde Carlos Sánchez Solís y a los guardias civiles Francisco López Navarro y Gabriel Herrera Ruano, Alcalá solicitaba el reconocimiento de la sociedad civil hacia estas personas, consideradas ya por toda la derecha local como los auténticos héroes pacificadores de la Revolución (16).
El intento de normalización de la vida política:
A pesar de las cautelas del gobierno de Madrid para la autorización de actos de carácter obrero o sindical, sujetos todavía a controles férreos, la situación a nivel local a lo largo de 1935, parecía paulatinamente volver a la normalidad. Aunque en el seno del equipo de gobierno municipal se impusieron las tesis de los concejales cedistas, el radical Carlos Sánchez aguantó las críticas de algunos de sus compañeros de corporación cada vez que se trataba de negociar temas relativos a la situación del Centro Instructivo Obrero. De momento se mantenía liderando el gobierno de centro-derecha, pero a principios de año se atisbaron cambios en la composición de su equipo de gobierno con la salida del militar Juan Díaz Criado que por razones de trabajo era sustituido por Luis Muñoz Gómez.
Mientras tanto ya se empezaban a notar movimientos desde el Partido Socialista para presionar a las autoridades provinciales y propiciar la vuelta a la actividad legal del Centro Instructivo Obrero con sus tres organizaciones de clase. No solo eso, sino que el Alcalde informaba en marzo al Gobernador Civil de reuniones clandestinas de dirigentes locales socialistas en un intento de normalizar la vida democrática y su actividad cotidiana. En esta tarea de rehabilitación del PSOE y de la UGT comienza a ser decisiva la labor conciliadora, al tiempo que reivindicativa, del socialista Ignacio Expósito uno de los pocos dirigentes que ya habían salido de la cárcel en noviembre del 34 y para quien sería inevitable establecer puentes entre los compañeros encarcelados y las autoridades políticas locales. Ignacio es por tanto el relevo obligado de los dos líderes ahora exiliados, Andrés Rodríguez y Antonio García y parece ser que fue a él a quien tocó impulsar las gestiones de la deseada normalidad política y, finalmente, el regreso de todos los presos en febrero de 1936. Todo el tramo final de negociaciones entre Gobernador civil, Alcalde y Partido Socialista, realizadas en el verano de 1935, (sintetizadas en el siguiente cuadro) dieron su fruto en el mes de agosto a pesar de las reticencias de Carlos Sánchez a que este hecho se produjera, no sabemos si por propio convencimiento personal o por las presiones de los miembros más extremistas de su gobierno:
José Gutiérrez Alcalá, perteneció de joven al partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux y en 1935 fue uno de los fundadores de Unión Republicana en nuestra localidad de cuyo líder nacional Diego Martínez Barrio, era amigo personal. Se posicionó desde un principio frente a la Huelga General y enjuició desde su opinión de centro-derecha radical, los hechos ocurridos en la jornada del 6 de Octubre en varios artículos publicados en el diario cordobés “La Voz”, de tendencia lerrouxista. Sin embargo Alcalá evolucionó hacia 1936 hacia las tesis del Frente Popular. Foto realizada en 1959 por el fotógrafo D. Juan de Dios López.
-8 de julio: Telegrama del alcalde a Gobernador civil: "Excmo. Gobernador Civil de Jaén: ordéname apertura Casa del Pueblo y temiéndose fundamentalmente alteración orden público consecuencias regreso cárceles revoltosos 6 octubre..., ruego encarecidamente suspendan apertura Centro, se trata evitar posibles desagradables consecuencias".
-15 de Julio: Telegrama del Gobernador Civil para que se abra la Casa del Pueblo "Habiendo desaparecido causas motivaron clausura Casa del Pueblo esa localidad y a fin de que puedan reintegrarse su plena vida legal las asociaciones que la constituyen, sírvase de acuerdo con Fuerza Guardia Civil ese Puesto, quede sin efecto dicha medida siempre que a ello no se oponga decisión judicial alguna.
-16 de julio:
-Escrito del Alcalde al Gobernador Civil pidiéndole le indique la persona a quien tiene que hacerle entrega del edificio.
-Escrito del Alcalde al Juez de Instrucción de Andújar comunicándole que el Gobernador Civil de Jaén va a dejar sin efecto la clausura de la Casa del Pueblo.
-Escrito del alcalde al gobernador Civil: "Esta alcaldía ignora si existe o no decisión judicial que se oponga a la apertura de la Casa del Pueblo por lo cual he interesado del Juzgado de Instrucción de este partido y del Sr. Juez Militar Instructor de la causa por los sucesos revolucionarios acaecidos en este pueblo el día 6 de octubre último me manifiesten si existe dicha decisión judicial que lo impida, para en caso contrario cumplir seguidamente lo mandado por su respetable y superior autoridad.
-18 de Julio: Escrito del Alcalde al Auditor de Guerra de la 2ª División Orgánica de Sevilla dando traslado de la orden del Gobernador sobre la Casa del Pueblo.
-8 de agosto: Telegrama del Gobernador Civil por el que dice que el Juez Instructor no acordó clausura de la Casa del Pueblo. Insta a que se abra.
-11 de agosto: Telegrama del Alcalde al Director General de Seguridad, comunicando acuerdo del Gobernador Civil sobre la Casa del Pueblo.
-12 de agosto:
- Telegrama del Gobernador Civil a Alcalde instando a la reapertura Casa del Pueblo. Se entregará la llave a Ignacio Exposito que vive en calle Nueva 26, que está autorizado por Federación Provincial Sociedades Obreras.
-Escrito del Alcalde Carlos Sánchez a Ignacio Expósito citándolo para abrir la Casa del Pueblo el día 13 agosto a las 12 horas. Se cita también a la Guardia Civil para que auxilie al Ayuntamiento en este acto de apertura.
-13 de agosto: Telegrama del Alcalde al Gobernador Civil: "Hoy hora 12 ha quedado abierta la Casa del Pueblo esta localidad haciéndose entrega al vecino Ignacio Expósito Villar sin incidentes".
-17 de agosto: Escrito firmado por Ignacio Expósito solicitando al Alcalde autorización gubernativa para realizar reunión y reponer los cargos directivos del Centro Instructivo Obrero.
Ignacio Expósito Villar era una de los máximos dirigentes de la Federación de Trabajadores de la Tierra de UGT. Su labor fue decisiva en la rehabilitación y recuperación de la organización socialista tras la dura represión del 6 de octubre. Foto cedida en su día por su hija Dña. Clara Expósito.
Los últimos meses de 1935 discurrieron muy condicionados por el clima preelectoral que se respiraba como consecuencia de la inestabilidad de los diferentes gobiernos de centro-derecha una vez descubierto el tema del "straperlo" (el caso de corrupción más sonado del periodo republicano), por el que quedaba seriamente dañada la honestidad del líder radical Alejandro Lerroux y hundido totalmente su partido. Por entonces uno de sus socios más importantes Diego Martínez Barrio en desacuerdo con la política de alianzas de Lerroux con la CEDA, ya había abandonado las filas del radicalismo y se había integrado en Unión Republicana, formación que aglutinó a diputados escindidos del radicalismo, del Partido Republicano Conservador e incluso del Partido Socialista y que se coaligó en el Frente Popular.
Mientras tanto la vida cotidiana de la villa con una población de más de 7000 habitantes se esforzaba por salir de la penuria extrema de los dos últimos años. Con la reforma agraria congelada por los gobiernos lerrouxistas, se intentaban algunas gestiones cerca de los Diputados a Cortes para que prosiguiesen las obras del ferrocarril Córdoba-Puertollano y para que se convirtiese en realidad el proyectado pantano del Yeguas. En ese mismo afán de dinamizar la economía local fomentando la mano de obra en el campo se prohibió durante la campaña de siega que las máquinas segadoras sobrepasaran el 50% de la superficie de cereal del término y se organizó una importante feria de ganado, subvencionada por el Ministerio de Agricultura, en los primeros días de septiembre de 1935, a la que concurrieron más de mil cabezas de ganado (16). Sin embargo, como se ha dicho, habían quedado paralizadas todas las reformas comenzadas durante el bienio de izquierdas en relación con la reforma agraria. No tenemos noticias durante los dos años del bienio de centro-derecha que se exigiese de manera contundente a los patronos cuestiones como el laboreo forzoso, la ley de términos, o se prosiguiera en el fomento de los arrendamientos colectivos de las fincas mal aprovechadas, salvo la iniciativa ya apuntada de proponer la parcelación de la finca San Julián, pero en régimen de propiedad privada para pequeños agricultores. Por su parte las demandas de trabajo contra los patronos, por incumplimiento de las normas laborales, quedaron reducidas a su más mínima expresión (18) y no se reactivaron hasta el triunfo del Frente Popular.
A final de diciembre, el gobierno del independiente Portela Valladares(19) convocaba elecciones para el 16 de febrero e inmediatamente los comités ejecutivos de todos los partidos políticos con representación en la localidad se pusieron manos a la obra para la difusión de sus programas e impedir la manipulación de los censos de electores, donde fue muy combativa la labor del Centro Instructivo denunciando algunas irregularidades de la derecha local para dificultar la inclusión de familias obreras de clara tradición socialista. En esta línea destaca la denuncia del CIO pues los funcionarios del Ayuntamiento habían mandado a Encarnación Expósito, Josefa Pérez y José Casas Cano (hermano del líder histórico Gaspar Casas) al registro eclesiástico "donde le interesan derechos por su partida de nacimiento".
Una vez más se pretendía dar a la Iglesia un protagonismo que no le correspondía en un tema delicadamente sensible para las organizaciones obreras. Se trataba de mermar mediante cualquier artificio la participación masiva del electorado de izquierdas, máxime cuando una buena parte del mismo, casi un centenar de electores, todavía continuaban en la cárcel de Jaén cumpliendo condena por el 6 de octubre.
En esta ocasión y por segunda vez en la historia de España iban a poder votar las mujeres mayores de 23 años y ello era una posibilidad más para la candidatura de los partidos agrupados en torno al Frente Popular. Las mujeres en estos momentos eran un colectivo decisivo ante la urgencia de sacar de la cárcel a sus esposos e hijos, cosa que ocurriría si se ganaban las elecciones. Toda la campaña estuvo, por tanto muy condicionada por lo ocurrido el 6 de octubre y los deseos de que ganase la izquierda para reparar la difícil situación creada con la encarcelación de tantos jóvenes y padres de familias obreras.
Los partidos agrupados bajo la denominación Frente Popular pretendían hacer un frente común de centro-izquierda que arrebatase el poder a la derecha representada por la CEDA. Lo formaban a nivel nacional fuerzas políticas y sindicales como Izquierda Republicana de Azaña, Unión Republicana de Martínez Barrio, el Partido Socialista, la UGT, el Partido Comunista, Juventudes Socialista, Partido Sindicalista y POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Por su parte la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), aglutinaba a los monárquicos y tradicionalistas e incluso habían llegado a acuerdos parciales con la Lliga Catalana, el Partido Radical y algunos centristas.
Los mítines y actos políticos propagandísticos se sucedieron a lo largo de toda la campaña electoral que duró casi un mes. Los del Frente Popular tuvieron lugar casi de seguido: el día cinco de febrero se celebraba un acto con más de 800 personas en el Gran Teatro con la intervención de Gastón Aliaga, Pedro Camacho, Antonio Pareja y Antonio Pasagali Lobo. Unión Republicana utilizó la Casa del Pueblo para dar su mitin el día trece con la asistencia de 500 personas que acudieron a escuchar a sus líderes Campos Perabrí, Sánchez de la Torre y Bernardo Giner de los Ríos. Unos días antes de este acto, su presidente local el joven José Gutiérrez Alcalá, le trasladaba una sentida carta (reproducida a continuación) a su líder nacional, el sevillano Diego Martínez Barrio, con motivo de su alistamiento en la Infantería de Marina:(19)
"Mi respetable y querido Jefe: Trazo estas líneas con la más pesada de las amarguras, pero es indispensable su pergeño, para ofrendarle mi más dolorosa despedida, que uno de los jalones de mi vida me impone. En fecha del año pasado, y viendo que por la carencia absoluta de medios económicos me era imposible terminar mi carrera y -no le engaño- para liberarme un poco de las persecuciones de esta jauría derechista, que acabó arruinando a mi padre, con tan poco discernimiento en su venganza, solicité ingresar voluntario en el Batallón de Infantería de Marina que guarnece a San Fernando, donde por ser la remuneración del soldado algo más elevada que en cualquier otro cuerpo, aspiraba a costearme mis matrículas y hacerme un hombre, pese a todos los sacrificios. Asimismo, como mi carrera es la de practicante pensé opositar a la Armada, donde hay, -según me aconsejaron- buenos horizontes. Pero he aquí que, como si fuera un conjuro en mi contra, me llaman para que me incorpore el día 1º de febrero, poniéndome así en trance de abandonar Marmolejo, en época que, no por lo que yo signifique, sino por la falta que hacemos cada uno en nuestro lugar. Nuestros amigos y yo con ellos, hemos tratado de eludir mi presentación, enviando un certificado médico fingiéndome enfermo con tal de prorrogar mi marcha hasta el día siguiente del que se celebran las elecciones. Pero nos es imposible. Para ello tendríamos que contar con cierto apoyo en el Ayuntamiento, y excuso las explicaciones del porqué carecemos de ello. Por consiguiente, al abandonar la presidencia de esta agrupación que yo fundé, no quiero hacerlo sin despedirme de usted, de mi jefe, de mi amigo -que usted me honró con ese título- y decirle que si como militar he de apartarme algo de la política activa, siempre, como siempre, en San Fernando, desde 1º de febrero, habrá un soldado que, bajo su uniforme conserva un corazón que siente como usted y que luchará siempre por usted. !Ojalá y lo que soñé que fuera este salto de mi vida, me otorgue, con mi independencia económica y mi carrera, una mayor eficacia personal para luchar por el ideal que usted representa y que está en lo más hondo de mi alma!. Admita un abrazo de despedida y mi reiterado ofrecimiento para servirle donde quiera con la fe de un verdadero amigo y correligionario. Fdo. José Gutiérrez Alcalá, Presidente de Unión Republicana de Marmolejo. Marmolejo, 23 de enero de 1936”.
Nada más en su poder, el Presidente Nacional de Unión Republicana le contestaba en los siguientes términos:
"Madrid a 25-1-36: Querido amigo: A mí también me produce contrariedad su marcha de esa organización. No así el que usted, materialmente, por mandato de la Ley, deje de pertenecer a Unión Republicana. Su carta me demuestra que seguirá usted siendo un defensor de los ideales de nuestro partido y un "soldado" de la República. Eso basta y me llena totalmente. Suyo buen amigo. (Desde el Comité Ejecutivo Nacional de Unión Republicana)”.
Esta adhesión inquebrantable demostrada por José Gutiérrez se prolongó durante toda la etapa republicana, y con el tiempo sería recompensada de forma generosa por Martínez Barrio que en un viaje inesperado se trasladó hasta San Fernando para ofrecerle ciertas responsabilidades dentro del Partido Unión Republicana, nombrándole secretario particular cuando accedió a la Presidencia del Congreso de los Diputados, en abril de 1936, y en mayo lo proponía para ocupar el puesto de Secretario Político de la Dirección General de Prisiones.
Pero volviendo a las elecciones de febrero, los más madrugadores en iniciar aquella campaña electoral fueron los partidos agrupados en el Centro Republicano de Marmolejo que a estas alturas estaba constituido por una derecha muy radicalizada. La CEDA, había organizado el 29 de diciembre de 1935, un acto político en el "Gran Teatro", donde intervinieron José Gálvez, José Ortega Martínez y Adolfo Navarrete sin incidentes a destacar. Mucho más numeroso fue el mitin final de campaña de esta coalición celebrado el día once al que asistieron 1000 personas para escuchar a Mario Pastor, José Acuña, José Moreno Torres, Carlos Álvarez Lara y José Pérez de Rozas.
Por su parte Acción Popular, integrada también en la CEDA, dio dos mítines: uno que tuvo lugar el día 8 en el Gran Teatro en el que participaron Juan Víctor, Manuel Pérez y Esteban Serrano, y otro, el día 15, con la intervención de Esteban Serrano. Aunque todos estos actos transcurrieron sin incidentes, el control gubernativo de los días que duró la campaña electoral fue minucioso y especialmente sobre las actividades del Partido Socialista, que hubo de dar sus actos en la Casa del Pueblo, así como sobre las publicaciones de carácter obrero difundidas por la localidad. Sobre este hecho ha quedado constancia de la retirada de las siguientes publicaciones ordenadas por la Dirección General de Seguridad:
Cuadro 6:
1)-Telegrama del Gobernador Civil por orden de la Dirección General de Seguridad para retirada del "Mundo obrero" del día 10-1-36.
2)-Idem de Mundo Obrero y El Socialista y El siglo Futuro del 11-1-36.
3)-Telegrama recogida del libro titulado "Bajo el signo de la Revolución", editado por Casa Sáez Hermanos.-
4)-Recogida de "El Socialista" del día 18-1-36, "La Protesta" y "Mundo Obrero" del 17-1-36 por sus artículos "Arriba los hambrientos, pan y justicia".
5)-Telegrama ordenando retirada "Juventud Roja" del día 18-1-36, "El Pueblo", "El Sindicalista" y "La libertad"
6)-Recogida de "El Debate" del dia 22-1-36.
7)-Recogida del "Mundo Obrero" del día 21-1-36.
8)-Idem recogida del Socialista del día 24 y 26 .
Finalmente las elecciones del 16 de febrero de 1936 supondrían un triunfo claro de los partidos agrupados en torno al Frente Popular, con un brillante resultado del partido de Azaña que obtuvo 87 escaños, doce menos que el Partido Socialista. Unión Republicana sacaba 39 escaños y el Partido Comunista 17. En Marmolejo el triunfo resultó claro para el Frente Popular, a pesar de la ausencia de muchos obreros encarcelados que no pudieron votar, pero sí lo hicieron las mujeres de los afiliados socialistas que por esta vez se movilizaron no solo ante las urnas sino posteriormente para conmemorar la victoria conseguida reclamando la pronta excarcelación. Los resultados de Marmolejo finalmente no fueron publicados en el Boletín Oficial de la Provincia por problemas en una de las secciones, presumiblemente consecuencia de impugnaciones presentadas por los partidos del Frente Popular a la vista de que los presos no pudieron ejercer su derecho al voto.
Fue una de las campañas electorales más tensas de la historia de la localidad pues en el triunfo del Frente Popular muchas esposas y madres tenían cifradas las esperanzas de un retorno anhelado de sus familiares encarcelados. Ese deseo se convirtió en una obsesión que llevaría a la ruptura de relaciones en algunas familias cuando se hubo de solicitar el voto a favor de la izquierda a parientes de los presos que simpatizaban con las derechas.
Por lo que respecta al entorno provincial la elección resultó muy apretada: el Frente Popular obtuvo 148.340 votos frente a los 135.774 del Frente Nacional que también se benefició del elevado número de presos encarcelados por la huelga del 34. El candidato que obtuvo más votos fue Bernardo Giner de los Ríos (UR) seguido de Jerónimo Bugeda (PSOE). Sin embargo los menos votados fueron la Falange representada por Raimundo Fernández Cuesta y el tradicionalista Antonio Garzón Marín (21).
Como consecuencia de este resultado el Gobierno de Madrid salido de las urnas, ordenó la reposición de todos los ayuntamientos suspendidos ilegalmente en el año 34 e inmediatamente se restablecieron en sus puestos a los concejales socialistas en una sesión celebrada a final de febrero. Por su parte los presos del 6 de octubre, aún sufriendo condena en la cárcel de Jaén volvieron al día siguiente de las elecciones siendo recibidos en el Paseo de La Libertad por multitud de familiares y amigos. Pero aquella corporación restituida quedaría incompleta por las ausencias de Antonio García y Andrés Rodríguez que habían quedado en La Línea de la Concepción tras la amnistía dada a los obreros implicados en la intentona revolucionaria del 34. Por tanto la nueva corporación estaba formada por Ignacio Expósito como alcalde y el resto de concejales socialistas salidos de 1931, a excepción de los ya indicados y del fallecido Andrés Velasco. El único concejal monárquico salido en aquellas elecciones, Juan Manuel Alcalá Venceslada renunció a su acta, quedando las fuerzas de la derecha sin ninguna representación.
Apéndice 1:
Presos del 6 de Octubre que sufrieron condena en la Prisión Provincial de Jaén (Han sido transcritos los pseudónimos de algunos presos tal y como aparece en su expediente personal de prisión). Fuentes: Archivo Histórico Provincial de Jaén. Sección: Prisión Provincial y Archivo Municipal de Marmolejo.
Apellidos y nombre Naturaleza Domicilio Edad Profesión Condena
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-Barragán Martínez, Pedro Marmolejo Santo 32 -------- jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-Barragán Robles, Juan Marmolejo Jesús 3 ---------- jornalero 29/10/34 a 20/2/36
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-Flores Vallejo, Manuel Marmolejo Palacios Valdés 37 años jornalero 16/10/34 a 20/2/36
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-Godoy Ruiz, Miguel Marmolejo Calvario, 43 --------- jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-Gómez Ruiz, José Marmolejo ------------ 30 años jornalero Octubre 34 a 1/8/35
-González Ballesteros, José Marmolejo Santo, 3 19 años jornalero 29/10/34 a 20/2/36
-González Ballesteros, Julián Marmolejo Santo, 3 18 años herrero 29/10/34 a 20/2/36
-González Medina, Alfonso Marmolejo Vistillas, 1 29 años jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-González Medina, José Marmolejo 2ªVistilla, 1 21 años jornalero 22/10/34 a 1/8/35
-González Medina, Manuel Marmolejo 2ª Vistilla, 1 27 años jornalero 29/10/34 a 20/2/36
-González Palomares, Francisco Marmolejo Vistillas, 17 20 años jornalero 22/10/34 a 20/2/3
-González Pozo, José Andújar Santo, 5 23 años electricista 16/10/34 a 20/2/36
-González Rodríguez, Santiago Baños Encina Castillo, 10 32 años jornalero 9/10/34 a 20/2/36
-González Sevilla, Manuel Marmolejo ------------- 24 años jornalero 24/10/34 a 20/2/36
-Gutiérrez Manzano, Antonio ----------- ------------- --------- ---------- 9/10/34 a 28/11/34
-Heras Monterrubio, Adolfo Granja Torrehermosa Calvario 40 24 años jornalero 29/10/34 a 1/8/35
-Jurado Castro, Juan José Marmolejo Huerta de Herrero 17 años jornalero 22/10/34 a 28/8/35
-Jurado López, Antonio Marmolejo Orti y Lara 6 27 años jornalero 12/11/34 a 20/2/36
-Jurado Pérez, Julián Marmolejo Nueva 18 años jornalero 29/10/34 a 4/1/36
-Laguna Moreno, Manuel Andújar Valdeleches 44 años jornalero 16/10/34 a 11/7/35
-Lara Anguita, Enrique Marmolejo Nueva 5 19 años jornalero 29/10/34 a 20/2/36
-Lara Godoy, Francisco Marmolejo Huertas 6 28 años jornalero 2/11/34 a 20/2/36
-Lara Jiménez, Juan Marmolejo Calvario 24 años jornalero 29/11/34 a 1/8/35
-López Pedrajas, Francisco Marmolejo Norte 17 19 años jornalero 29/10/34 a 20/7/35
-Lorenzo Carballo, Francisco Portalegre (Portugal) Calvario 79 27 años jornalero 16/10/34 a 12/4/35
-Lostanao Tortajada, Fernando Marmolejo Cruces 44 60 años jornalero 29/10/34 a 1/8/35
-Lozano García, Juan Marmolejo Norte 49 años jornalero 22/10/34 a 1/8/35
-Lozano Godoy, Francisco Marmolejo Huertas 34 29 años albañil 15/10/34 a 20/2/36
-Lozano Peña, José Marmolejo Jesús 44 años jornalero 22/10/34 a 1/8/35
-Lozano Peña, Pedro Marmolejo Zapateros 53 años jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-Lozano Ruiz, Juan Manuel Marmolejo 2ª Vistillas, 8 23 años jornalero 29/10/34 a 20/2/36
-Lozano Soriano, Bartolomé Marmolejo Calvario 18 37 años jornalero 22/10/34 a 1/8/35
-Lozano Velasco, Juan Antonio Marmolejo Huertas 17 23 años albardonero 16/10/34 a 1/8/35
-Lozano Velasco, Mateo "Gallo" Marmolejo Gaspar Casas 21 años albañil 23/10/34 a 20/2/36
-Luque Lozano, José Marmolejo San Sebastián 27 42 años hortelano 16/10/34 a 15/4/35
-Luque Martínez, Francisco Marmolejo Nueva 37 22 años jornalero 29/10/34 a 20/2/36
-Luque Torralbo, Ángel Marmolejo San Sebastián 44 51 años jornalero 16/10/34 a 1/8/35
-Luque Torralbo, Carlos Marmolejo Paseo Libertad 45 años jornalero 22/10/34 a 29/4/35
-Martín Bailón, Pedro Cardeña Huertas 33 --------- jornalero 29/10/34 a 20/2/36
-Martínez Cano, Bartolomé Marmolejo Gamonal 29 años jornalero 29/10/34 a 1/8/35
-Martínez Cano, Francisco Marmolejo 1º de Mayo 29 21 años jornalero 22/10/34 a 1/8/35
-Martínez Cano, Juan Marmolejo Gamonal 22 27 años jornalero 22/10/34 a 1/8/35
-Medina Lozano, Pedro Marmolejo Huertas 18 46 años jornalero 23/10/34 a 22/2/36
-Membribes Rodríguez, Antonio Alcóntar (Almería) Norte 6 33 años jornalero 29/10/34 a 22/2/36
-Membribes Rodríoguez, Manuel Alcóntar (Almeria) Vistillas, 7 25 años jornalero 29/10/34 a 2/5/35
-Milla Pérez Juan M. Marmolejo Castillo 18 31 años jornalero 16/10/34 a 10/4/35
-Molina Torralbo, Antonio Marmolejo San Julián, 7 44 años albañil 9/10/34 a 20/2/36
-Muñoz Casares, Ramón ----------- ----------- ------ Maestro 9/10/34 a 28/11/34
-Ortiz Espejo, Rafael Marmolejo Calvario 49 27 años albañil 22/10/34 a 1/8/35
-Palomares Jurado, Pablo: Marmolejo 2ªVistillas 50 años jornalero 29/10/34 a 20/2/36
-Palomares Jurado, Pedro Marmolejo Molinos s/n 60 años jornalero 29/10/34 a 1/8/35
-Pastor Garrido, Bartolomé Marmolejo Navazo 40 22 años jornalero 23/10/34 a 20/2/36
-Pedrajas Martín, Pedro Marmolejo Cruz 11 44 años jornalero 2/11/34 a 20/2/36
-Pedrajas Martín, Valentín Marmolejo San Sebastián 56 42 años jornalero 22/11/34 a 2/2/36
-Pedrajas Villar, Francisco Marmolejo Huertas 30 años jornalero 22/11/34 a 20/2/36
-Peña Correas, Miguel Marmolejo Huertas 34 37 años jornalero 2/11/34 a 20/2/36
-Perales Ollero, Pedro Marmolejo Norte 36 40 años jornalero 16/10/34 a 1/8/35
-Perales Martínez, Manuel Marmolejo Norte 24 24 años jornalero 2/11/34 a 1/8/35
-Perales Vicaria, Juan Marmolejo Huerta Matadero 20 años hortelano 29/10/34 a 4/1/36
-Perín Ramos, Antonio La Higuera Navazo 70 47 años panadero 22/10/34 a 20/2/36
-Perín Martínez, Eduardo (hijo de Antonio Perín) ------------- ---------- panadero octubre 34 a 1/8/35
-Perín Ramos, Miguel La Higuera Canalejas 16 49 años panadero 9/10/34 a 20/2/36
-Plaza Torrente, Valentín Quesada Paseo Libertad 59 años jornalero 22/10/34 a 12/7/35
-Portillo Collado, José ------------ -------------- --------- ---------- 15/10/34 a 20/2/36
-Portillo Luque, Francisco Marmolejo Nueva 51 21 años jornalero 23/11/34 a 20/2/36
-Portillo Robles, José Marmolejo Molinos 56 28 años jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-Prieto Sánchez, Pedro Marmolejo Vistillas 22 46 años jornalero 9/10/34 a 20/2/36
-Reca Pastor, Bartolomé Marmolejo Palacios Valdés 36 40 años jornalero 13/11/34 a 1/8/35
-Relaño Rodríguez, Manuel Marmolejo Santo 19 47 años jornalero 16/10/34 a 20/2/36
-Rivillas Lozano, Francisco Marmolejo Calvario 26 32 años jornalero 22/10/34 a 26/4/35
-Rivillas Romero, Antonio Marmolejo 2ª Vistillas 10 38 años jornalero 13/11/34 a 1/8/35
-Robles López, Juan Marmolejo León y Llerena 41 años jornalero 9/10/34 a 20/2/36
-Robles Peña, María Marmolejo 2ª Vistillas 20 42 años jornalera 19/11/34 a 18/4/35
-Rodríguez Buenafuente, Fco. Marmolejo Norte 10 25 años jornalero 2/11/34 a 2/5/35
-Rodríguez Casado, Alfonso Marmolejo Norte 10 54 años jornalero 22/10/34 a 2/5/35
-Rodríguez Casado, Rafael Marmolejo Norte 10 --------- jornalero 22/10/34 a 1/8/35
-Rodríguez García, Ignacio Marmolejo Juan Montilla 31 años jornalero 16/10/34 a 22/2/36
-Rodríguez Milla, Francisco Marmolejo San Julián 30 23 años jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-Rodríguez Peña, Andrés Marmolejo 1º de Mayo 3 22 años abogado 13/11/34 a 16/2/35
-Rodríguez Peña, Bartolomé Marmolejo Iglesia 28 26 años panadero 10/12/34 a 22/2/36
-Rodríguez Peña, Francisco Marmolejo 1º de Mayo 3 24 años panadero 9/10/34 a 18/4/35
-Rodríguez Robles, Agustín Marmolejo Norte 19 años jornalero 22/10/34 a 1/8/35
-Romero Aguayo, Antonio Marmolejo San Sebastián 49 años jornalero 22/10/34 a 1/8/35
-Romero Flores, José Marmolejo Cruces 66 25 años jornalero 13/11/34 a 20/2/36
-Romero Flores, Manuel Marmolejo Calvario 18 años jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-Romero Muñoz, José Marmolejo Vistillas, 2 37 años jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-Ruiz Luque, Antonio Marmolejo Santo 21 18 años jornalero 29/10/34 a 20/2/36
-Ruiz Robles, Juan Marmolejo Santo 46 años jornalero 22/10/34 a 1/8/36
-Ruiz Rodríguez, Mateo Marmolejo Huertas 10 50 años jornalero 13/11/34 a 1/8/36
-Ruiz Rodríguez, Pedro "El de la Milla" Marmolejo Castillo 2 62 años jornalero 29/10/34 a 2/5/35
-Sánchez Anguita, Joaquín Marmolejo Huertas,. 25 20 años Jornalero 29/10/34 a 20/2/36
-Sánchez Barragán, Bartolomé Marmolejo Norte, 21 ---------- Jornalero 29/10/34 a 1/8/35
-Sánchez Soriano, Pedro Marmolejo ------------ 19 años Jornalero 29/10/34 a 1/8/35
-Sánchez Tapia, Antonio Marmolejo Jesús, 38 48 años jornalero 9/10/34 a 1/8/35
-Segovia Gil, Francisco Marmolejo Norte, 32 27 años jornalero 29/10/34 a 20/2/36
-Sevilla Rodríguez, Emilio Marmolejo Norte, 11 30 años jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-Soriano Lozano, Bartolomé Marmolejo ------------ --------- --------- 22/10/34 a 1/8/35
-Soriano Moyano, Juan Marmolejo Norte 43 29 años blanqueador 22/10/34 a 20/2/36
-Tabares Tabares, Antonio J. Moso-Portugal Calvario s/n 24 años jornalero 16/10/34 a 20/2/36
-Torralbo García, Pedro Marmolejo -------------- 18 años jornalero 29/10/34 a 1/8/35
-Torralbo Medina, José "Conejo" Marmolejo Pablo Iglesias, 14 36 años vendedor 29/19/34 a 20/2/36
-Torralbo Milla, Manuel Marmolejo Navazo 40 29 años jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-Torralbo Roncero, José Luís Marmolejo 1º de Mayo, 42 22 años jornalero 22/10/34 a 20/2/36
-Torres Ortiz, Francisco Jaén Zapateros 60 19 años jornalero 29/10/34 a 1/8/35
-Vallejo Casas, Francisco Marmolejo ------------- ---------- jornalero octubre 34 a 1/8/35
-Velasco Gallardo, Juan Marmolejo Huertas, 4 ---------- jornalero 16/10/34 a 20/2/36
-Velasco Rivillas, Andrés (concejal y alcalde durante el periodo 1931-34. Preso en la prisión municipal y fallecido a consecuencia de torturas).
-Vicaria Barea, Antonio ------------- ------------- --------- --------- 4/4/35 a 1/8/35
-Vicaria Correas, Alfonso Marmolejo Matadero, 17 23 años jornalero 25/10/34 a 20/2/36
-Vicaria Correas, Vicente "Alcuzo" Marmolejo Molinos, 19 20 años jornalero 25/10/34 a 20/2/36
-Vicaria Lara, Juan "Maroto" Marmolejo Gamonar 8 47 años albañil 29/10/34 a 23/5/35
-Vicaria Lozano, Pedro Marmolejo ------------ --------- --------- (se le requisa el arma)
-Vicaria Reca, Antonio Marmolejo Vistillas 9 43 años jornalero 4/4/35 a 16/7/35
Apéndice 2:
Otros trabajadores participantes en la Huelga General del 6 de octubre que fueron detenidos, según documentos del Archivo Municipal de Marmolejo, pero de los que no consta expediente de Prisión Provincial:
-Barragán González, Juan (se le multa por tenencia de armas)
-Centeno Carmona, Juan
-Fernández Requena, Juan Simón (se le multa por tenencia de armas)
-Gallardo Flores, Juan (se le multa por tenencia de armas)
-Gallardo Velasco, Juan "Salvaora"
-González Peña, Juan (se le multa por tenencia de armas)
-Medina Bueno, Antonio (se le multa por tenencia de armas)
-Medina Lozano, Jacinto (se le multa por tenencia de armas)
-Moreno, Matías (se le multa por tenencia de armas)
-Peña Carrilero, Francisco
-Perín Martínez, Francisca (solo tenía 14 años, hija de Antonio Perín Ramos)
-Rivillas Casado, Francisco (se le multa por tenencia de armas)
-Ruiz Gallardo, José (se le multa por tenencia de armas)
-Soriano Carmona, Juan (se le multas por tenencia de armas)
-Vicaria Fernández, Manuel (se le multa por tenencia de armas)
-Vicaria Ruiz, Juan (se le multa por tenencia de armas)
Notas y Bibliografía:
(1)Moreno Gómez, Francisco: “La República y la Guerra Civil en Córdoba (tomo 1)”. Páginas 283 y 284. Edita Ayuntamiento de Córdoba. Año 1983.
(2) Testimonio del militante histórico de la UGT, Alfonso Rodríguez Flores (q.e.p.d.). Igualmente agradezco las aportaciones realizadas por Francisco Solís Barea en relación a la actuación de Pepe Marchena y La Niña de la Puebla que tuvieron lugar la víspera de la Huelga Revolucionaria.
(3) Informe existente en el Archivo Municipal de Marmolejo.
(4) Sentencia existente en el Archivo Histórico Provincial de Jaén, Sección: Prisión Provincial.
(5) Testimonio de Juan Martínez Cano (q.e.p.d.), afiliado a la UGT en 1934.
(6) Informe emitido por el alcalde de Marmolejo Manuel Flores Vallejo, sobre el citado sacerdote para ser remitido al Juzgado Especial de Tribunales de Urgencia de Jaén, fechado el 5 de marzo de 1938. Archivo Histórico Nacional de Salamanca.
(7) Breve discurso en propiedad de Don Antonio Rostaing Lozano, hijo de Claudio Rostaing Pinillos, antiguo dueño del hotel de Los Leones y miembro del Centro Republicano. Este discurso fue leído por el magistrado Manuel Soler con motivo de una comida conmemorativa celebrada en el salón del comedor de dicho hotel en el año de 1974, a la que asistieron personas que habitualmente venían todos los años a tomar las aguas y se encontraban ese 6 de octubre en Marmolejo. Entre ellas aparecen los nombres del canónigo de la Catedral de Sevilla, Miguel Bermudo, el asturiano Joaquín Alonso; el abogado Moreno Sevillano; las señoras Yañez, Ferrándiz, Távora, etc.
(8) Testimonio de Juan Martínez Cano (q.e.p.d.).
(9) Testimonio de José Gómez Aguayo, hijo de José Gómez Ruiz “El Chindo”.
(10) “En 1978 se elaboró un inventario de los elementos más significativos de la Casa del Pueblo al terminar la Guerra Civil. La Casa se compró en el 1925 y en el 1933 se levantó una planta, construyéndose en el patio vivienda para el conserje. Existían un salón de actos y biblioteca con 200 sillas, un armario de 3 x 2,50 y cinco pequeños, 425 libros, 5 mesas de 1,50 x 1,25 con 8 sillas cada una, una radio, 2 cuadros de Pablo Iglesias y 8 de Largo Caballero de 1x 0,80, un cuadro de Pablo Iglesias con sus discípulos de 1,50 x 1 y uno de Mariana Pineda de 1 x 0,80, cinco habitaciones con las correspondientes secretarías de Sociedades Obreras, completadas con archivo de documentos”. Descripción detallada publicada por Santiago de Córdoba Ortega en “Andadura hacia la Libertad: Documentos para la historia de UGT-Jaén”. Editado por Centro Documental y de Estudios Sociales de Jaén.
(11) Revista Gráfica “La Estampa”. Reportaje firmado por el periodista Javier Sánchez-Ocaña. Fecha: 20 de febrero de 1936; año 9, número 424. Madrid.
(12) En el diario madrileño “La Época” se recogía la noticia del requisamiento de varios cartuchos y de dinamita en la casa de Antonio Moreno y algunas botellas de líquidos inflamables, un barril de azufre y utensilios para la fabricación de bombas y balas, en el domicilio de José González. En las afueras de la población fueron encontradas numerosas balas, cartuchos, fulminantes etc. Según este diario a distintos detenidos el 6 de octubre se les incautaron 43 armas de fuego largas, 23 pistolas y 26 armas blancas, hachas, hocinos y hoces. Diario “La Época” del día 24 de octubre de 1934; número 29593, página 2. Madrid 1934.
(13) Parece ser que se refiere al jornalero afiliado a la UGT, Pedro Perales Ollero, con pequeña tienda de ultramarinos. La carta está escrita por el propietario agrícola Andrés Pastor Peña, destacado miembro de la CEDA. Esta carta forma parte de los fondos del Archivo Histórico Nacional de Salamanca.
(14) El ministro de Gobernación, Eloy Vaquero Cantillo había nacido en Montalbán (Córdoba), hijo de un pequeño propietario que aparte de cultivar la tierra, regentaba una pequeña taberna, dotada de un billar que daba nombre al establecimiento. Estudió para maestro y después la carrera de abogado. Perteneciente al ala más izquierdista del Partido Radical, en 1931, fue elegido diputado a las primeras cortes constituyentes republicanas y el 4 de octubre de 1934 Alejandro Lerroux le nombraba Ministro de la Gobernación, cargo del que fue cesado en abril de 1935, muy afectado por las secuelas de la jornada revolucionaria del 6 de octubre, cuya represión –paradojas del destino- le tocó organizar. Lerroux le encomendó después la cartera de Trabajo. En julio de 1936 marchó a Gibraltar, huyendo de los fusilamientos desatados en la capital cordobesa contra elementos de los partidos republicanos. De allí pasó a Londres, La Habana, Nueva York, donde fallecía en 1960. (Fuente: Eloy Vaquero Cantillo: “Del drama de Andalucía: recuerdos de luchas rurales y ciudadanas”. Apéndice biográfico y notas de Juan Ortiz Villalba. Ediciones de La Posada. Córdoba 1987). A Eloy Vaquero le sustituyó como Ministro de Gobernación, Manuel Portela Valladares, antiguo político de la Monarquía, ministro en el gabinete presidido por García Prieto en 1923.
(15) Otros miembros de esta ejecutiva fueron Cristóbal Pantoja (tesorero), Emilio Pérez Campoy, Luis Muñoz y Manuel Casado Pedrajas como vocales. Fuente: Diario “La voz” del 4 de abril de 1933. Diario cordobés de tendencia Republicano-radical, cuyo máximo exponente fue el político Radical Eloy Vaquero Cantillo.
(16) En el diario republicano de tendencia radical, La Voz, del 3 de noviembre de 1934, y en el del 6 de noviembre salieron publicados sendos artículos de José Gutiérrez Alcalá dedicados a enaltecer la figura del alcalde Carlos Sánchez Solís y las de los guardias civiles Francisco López Navarro y Gabriel Herrera Ruano por su papel decisivo en la represión del movimiento huelguístico del 6 de octubre.
(17) Concurrieron a esta feria de ganado las siguientes variedades de animales: 108 vacas, 29 terneras, 109 caballos, 466 mulos, 287 cerdos y 67 ovejas. Fuente: Archivo Municipal de Marmolejo.
(18) La demanda de Francisco Osuna Galioty Alfonso Vicaria Correas contra el patrono Francisco García García, planteada ante el Jurado Mixto de Trabajo Rural, acabó en resolución amistosa el 17 de agosto de 1935.
(19) Manuel Portela Valladares era elegido por Niceto Alcalá Zamora para formar gobierno el 12 de diciembre de 1935. Portela era un antiguo político de la Monarquía, ministro con García Prieto en 1923, incorporado a la República por Alcalá Zamora, aunque independiente. Era también consejero del Banco Central, gran accionista de Minas del Rif y masón. Fuente: Manuel Tuñón de Lara “Historia de España: La crisis del Estado: Dictadura, República, Guerra (1923-1939)” Editorial Labor, Barcelona 1983.
(20) Carta existente en el Archivo Histórico Nacional de Salamanca. En ella se percibe el alejamiento que existía ya entre la derecha local formada por lerrouxistas y cedistas, respecto al partido de Unión Republicana de Diego Martínez Barrio, a pesar de que este partido seguía representando a una parte importante de la clase media y pequeña burguesía. El distanciamiento de la derecha nacional respecto a las clases medias urbanas en beneficio de la tradicional burguesía agraria y financiera, acabó contribuyendo a la radicalización del panorama político y social en casa uno de los municipios de la geografía andaluza.
(21) Sin embargo los menos votados fueron la Falange representada por Raimundo Fernández Cuesta y el tradicionalista Antonio Garzón Marín. Fuente: Juan Cuevas Matas: “El proceso de enfrentamiento social en la 2ª República: las elecciones del 16 de febrero de 1936 en la provincia”