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Cortijos en torno a la General Vieja: Las Mercedes

-Manuel Perales Solís-

 

El  antiguo arrecife o viejo camino de Andalucía,  circula paralelamente a la línea de nuestro término municipal desde la cuesta del Montecillo hasta prácticamente la de Peralta próxima a la amplia vega de Villa del Río. En torno a esta carretera siempre sosegada y tranquila, incluso desde los años que soportaba el tránsito de los vehículos que desde Andalucía marchaban hacia Castilla y viceversa, iremos  descubriendo una serie de interesantes cortijos  ubicados en esta campiña desde el siglo XVIII. Algunos como el de La Fuente La Peña, sobre el salado de Arjona;  Santa Cecilia y Garbanceros en el término de Marmolejo ya analizados en esta página; Los Cipreses  en el término de Arjonilla, a la derecha de la carretera, próximo a la gran curva que  corrige el rumbo hacia el oeste  camino de Lopera y Villa del Río; San Juan, San Fernando y Valcargao, en el término de Lopera,  nos van saliendo al paso con su arquitectura  andaluza de aspecto monumental pero de trazos sencillos. 

Si en sus orígenes estas casas de campo acogieron a una nutrida población de familias de trabajadores del campo (segadores, aceituneros, muleros y gañanes) erigiéndose en auténticos centros productivos agrícolas de naturaleza cerealista, e incluso vitivinícola (aún nos abordan en el camino las viñas de Bodegas Herruzo de Lopera)  sin embargo, muchas de ellas han quedado abandonadas a su suerte, sin personas que las habiten, y solo sirven en nuestros días como centro logístico a las nuevas explotaciones olivareras que fueron surgiendo desde mediados del pasado siglo, o a lo sumo  para guardar maquinaria agrícola y aperos de labranza durante la recolección de las aceitunas. En algunos cortijos, como el que ahora nos ocupa, se instalaron molinos de aceite para la molturación de las aceitunas adaptándose así  a los cambios en el modelo productivo. 

Cortijo de  Las Mercedes: vista parcial del patio. Fuente: Gema Florido Trujillo

 Una vez superado el cruce de Lopera, a la derecha, en el extremo norte del término de Arjona que se aproxima hasta el de Marmolejo por estos lares, se encuentra el cortijo de Las Mercedes, a unos escasos mil metros de La General  Vieja. También se puede llegar a él desde un viejo camino de herradura paralelo a esta carretera  que antaño  ascendía desde la vega de Ropero a través de Garbanceros  buscando dirección a Lopera pero evitando  la curva del cortijo de Los Cipreses. Este camino se encuentra actualmente cortado por un  arroyo cercano a Las Mercedes, bastante profundizado por efecto de la erosión, donde en otros tiempos hubo frondosa vegetación de álamos, cañas e higueras y probablemente un abundante manantial con el que mantener huertos de verano.

 

 Nos dice Gema  Florido Trujillo (1)  que las tierras de las Mercedes, cercanas al valle del Guadalquivir, y con una extensión en torno a las 180 Has, se dedicaban antiguamente a la producción de aceituna de almazara y de cereales, cultivos repartidos según las distintas características  de los suelos que, según zonas, van desde calizas hasta arcillas o arenas. Pero en la actualidad por un proceso de ventas, la extensión se ha reducido a unas 60 Has y el olivar se encuentra consolidado como monocultivo. Según demuestran los abundantes restos arqueológicos en los alrededores (sobre todo de época romana), Las Mercedes se enclava en un paraje poblado desde muy antiguo. La construcción del actual caserío debió de realizarse a principios del siglo XX. 

 

  Aunque de moderadas dimensiones, el cortijo constituye un completo ejemplo de casa olivarera tradicional, distribuida en dos bloques dispuestos en L y cerrados por un patio delantero. A éste se accede por una portada monumental, realizada en ladrillo sobre impostas en resalte y bajo un remate superior que, sin duda alguna, es el elemento más valioso de todo el edificio desde el punto de vista formal. Dentro del recinto encontramos la vivienda principal de los propietarios frente al arco de entrada, la vivienda de los obreros, a su izquierda y la cocina a la que se accede desde una puerta protegida por un tejaroz (alero tejado sobre una portada). Otro cuerpo de la casería lo constituyen las dependencias industriales (almazara) y ganaderas. Desde el punto de vista formal no hay en el cortijo de Las Mercedes grandes alardes decorativos, quizás a excepción de la portada exterior ya mencionada. Aún así el cuidado de todos los elementos exteriores es evidente, siendo de destacar la disposición ordenada de los huecos y la formalización de las puertas de entrada a diferentes dependencias, bajo tejaroces, fajadas con sillares de piedra o rematadas con dinteles sobrepuestos de ladrillo visto, soluciones de general sobriedad pero que dan al edificio cierta prestancia.

Cortijo  de  Las Mercedes: Portada. Fuente: Gema Florido Trujillo.

El entorno de las Mercedes
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