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Los Jardínes del Balneario

-F. Carlos Lozano Merino-

 

Introducción: 

Este interesante trabajo de investigación histórica y medioambiental, fue expuesto en el marco de las Primeras Jornadas de Historia de Marmolejo celebradas en el Teatro Español de nuestra localidad, el pasado día 12 de julio. Su autor, F. Carlos Lozano Merino, nacido en Marmolejo en 1966, es ingeniero agrónomo por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad de Córdoba, desarrollando actualmente su labor profesional en el Instituto de Enseñanza Secundaria “Virgen de la Cabeza” de Marmolejo.

 

Buenas tardes a todos y a todas. Señores concejales, señor Alcalde..., antes de nada agradecer a Francisco Javier Murillo, ideólogo y organizador de estas I Jornadas Históricas de Marmolejo, el ofrecimiento para dar esta conferencia sobre los jardines del Balneario de Marmolejo y a todas las personas que me han facilitado fotografías, planos e información necesaria para redactarla.

Les pido perdón de antemano por los posibles errores a la hora de datar cronológicamente las imágenes que vamos a ver a continuación, o si algún dato no se ajusta exactamente a la realidad. 

Éste es un tema que realmente me apasiona. Espero estar a la altura de las circunstancias para contarles cómo era este lugar tan bello que engrandeció a nuestro pueblo en el pasado.

Balnearios, hoteles, paseos, parques, quioscos, galerías de baños, manantiales...., han sido durante muchos años, los escenarios de una forma de entender la vida. Edificios y lugares en los que se hace historia y en los que se albergaban las esperanzas de curación a través del agua. Parece útil y oportuno, ahora que se percibe la necesidad de transformación de estos establecimientos, estudiar su evolución, historia, arquitectura y en esta ocasión el paisaje. En definitiva, sus características diferenciales aportando datos fundamentales para comprender su pasado y plantear mejor su futuro

Cómo expresar el sentimiento de quien con tan buen gusto los diseñó. Será una tarea complicada para este conferenciante, pero todo este esfuerzo será siempre con un objetivo, recuperar en vuestra conciencia este emblemático lugar para nuestro pueblo.

La medicina siempre se sirvió de las aguas minerales como remedio para el tratamiento de enfermedades crónicas. Es sabido el escaso arsenal terapéutico disponible en tiempos pasados, por lo que la práctica de la balneoterapia sirvió, de forma eficaz, como alivio de dolencias que no eran posibles remediarlas por ningún otro método.

 

La segunda mitad del S.XIX se considera la época dorada de los tratamientos en los balnearios. Esto fue posible fundamentalmente por el protagonismo que estaba asumiendo una nueva clase social emergente desde el punto de vista económico y social, la burguesía. Esta clase social en nuestro país, como ya venía ocurriendo antes en Europa, impulsa la curación a través de los balnearios no sólo por motivos relacionados con la salud, sino que también por la necesidad que tenía de mantener y/o potenciar durante sus estancias en los balnearios su vida social y cultural. De esta manera el veraneo en los balnearios, al igual que ocurría en los países europeos, termina siendo considerada una práctica que otorga prestigio a quien la realiza.

Espero con esta conferencia dar respuesta a estas dos preguntas: 

 

- La primera, ¿qué persiguió Manuel Méndez, abuelo de nuestro querido paisano, cuando Eduardo León y Llerena le encargó el diseño de estos jardines del balneario?

- Y la segunda, ¿qué tenía el de Marmolejo, existiendo en esa época balnearios playa como el de Jerez ó con aguas termales como el de Caldas ó de similares características al nuestro como el de Solán de Cabras; para convertirse en uno de los lugares de moda de España? 

La verdad que ambos acertaron. Estoy totalmente convencido que parte de esta respuesta la ofrecía la creación y el diseño de los jardines del Balneario, ya que de otro modo no sería difícil explicar cómo a Marmolejo acudían tantos agüistas y acompañantes en una época del año en la que saben ustedes no precisamente hace “fresquito”.

De esta forma Eduardo León y Llerena, del cual ha hablado mi compañero Manuel Perales, encargó la creación de un gran jardín con una extensión de más de 9 hectáreas a este artista de la jardinería que buscando su inspiración en los jardines islámicos cordobeses diseñó la verdadera joya del Balneario.

Para poder contar esto debemos intentar explicar a los oyentes en qué ambiente están inspirados los jardines hispano árabes cordobeses.

Todos estos jardines buscan el ofrecer placer a los cinco sentidos. El amor por el agua y la vegetación, algo que en sus desiertos no tenían al alcance, fue una constante en todo el mundo islámico, ocupando el jardín un lugar privilegiado en el imaginario musulmán. Su predilección por estos lugares tiene su origen en el Corán, que aporta más de medio centenar de referencias al Paraíso como jardín. La imagen evocada en sus numerosos pasajes es tan precisa y deliciosa que llegó a ser fuente de inspiración para los creadores de jardines.

Estos jardines se caracterizaban por: 

- Tener numerosos paseos en forma de andenes elevados que permiten recorrer el perímetro y las sendas del jardín, de tal forma que lo acercan al caminante, pudiendo éste disfrutar mejor de sus detalles y en definitiva de su esencia.

- Se usa el agua como espejo para reflejar el cielo e introducir luz en espacios pequeños. Agua y vegetación forman un binomio inseparable, de tal modo que el paseante puede tener al alcance de la mano las copas de árboles y sus frutos para degustarlos, mientras el agua aparece, sólo perturbada ligeramente por pequeños surtidores, generalmente en los extremos de los estanques o canales.

- El agua circula por pequeños canales que acompañan a los caminos, uniendo a su faceta útil de agua de riego, el beneficio de refrescar la atmósfera y producir un sonido agradable. El agua no fluye a chorros como en otros tipos de jardines, sino transcurre sutilmente por los canales de tal forma que cuando emerge de las fuentes produce un placentero gorgoteo. 

- Además es notable la conjunción de los aspectos olfativo y visual. El jardín tiene plantas aromáticas y hermosísimas flores que impregnan el ambiente de sutiles perfumes durante el día o la noche.

La tradición de jardín-huerto se extendió por todo Al-Andalus. Era huerto y jardín a la vez, así como un campo de experiencias botánicas, en el que se adaptaban aquellas especies traídas de Oriente, como la granada o la palmera datilera. Se aclimataban también sabrosas especias y condimentos. Los agradables aromas de la albahaca, tomillo y romero crecían junto a la sombra de las sóforas, plataneros y lilos.

Señoras y señores con estas simples palabras tomadas de cualquier tratado de historia de la jardinería he intentado describir de una forma resumida todo el espíritu que Méndez trató de infundir en el diseño de los jardines de nuestro balneario. Intentó, y lo consiguió dar placer a los cinco sentidos.

A lo largo de esta conferencia trataré de explicar a ustedes como fueron diseñados dichos jardines y cómo fueron evolucionando a lo largo del tiempo.

Intentaré dividir la conferencia en tres bloques. El primero hará referencia a la evolución de los jardines desde su diseño hasta tiempos recientes, el segundo tratará sobre el uso social de este espacio y el tercero sobre el presente y las posibles propuestas de futuro.

 

 

1. JARDINES DEL BALNEARIO: EVOLUCIÓN HISTÓRICA

Los primeros planos, bocetos y grabados datan de un año después de la adquisición del Balneario por parte de León y Llerena, es decir de 1894, aunque el siguiente mapa es anterior. Es sólo un boceto de lo que sería luego el jardín del balneario. 

En el boceto de 1902 que aparece en el libro de Manuel Méndez titulado Balneario de Marmolejo Siglos XIX y XX, Engrandecimiento y Decadencia, se puede observar parte de la distribución de los parterres.

En ésta y en la siguiente, prácticamente no han comenzado a ejecutarse las obras de instalación de los jardines. En la siguiente si se observan al menos parte de las obras en ejecución.

En 1895 se inauguró el Balneario y su entorno. El jardín se diseñó iniciando su recorrido por el viaducto, lo que llamamos escalinatas, que bajaba desde la curva de la carretera del Balneario y permitía a los aguanosos llegar hasta la Galería de los Manantiales.

Sirva este plano de 1929 para explicar lo que vamos a decir a continuación. 

Antes de la instalación del jardín, sobre estos terrenos próximos al río se desarrollaba la típica vegetación de ribera próxima al río compuesta por fresnos, olmos, álamos y tarajes. Dicha vegetación conforme nos íbamos aproximando a la carretera era sustituida por el bosque mediterráneo de la encina y el acebuche, aunque el arroyo de las Garillas volvía a traernos de nuevo el bosque de galería.

Méndez realizó algunas terrazas en el terreno para crear diferentes espacios y diseñó unos jardines que tenían un camino principal y varios senderos, lo que unido a las distintas fuentes y puentecillos que salvaban el arroyo que recorría el Parque del Balneario como era conocido, mostraban el encanto que aparece reflejado en las crónicas de la época.

Nada mejor para conocer este jardín que la descripción que hizo de él el periodista del ABC  Luis Royo Villanova para el semanario Blanco y Negro en 1894 ensalzándo poéticamente los jardines del Balneario.

Para que se hagan ustedes una idea, en los jardines crecían los plátanos de sombra de una forma desmesurada, álamos blancos junto al río y acacias agrupadas en bosquetes vivían junto a los cinamomos, fresnos, sóforas, majestuosos castaños de indias, purificantes eucaliptos, naranjos, almendros, nísperos, lilos, aligustres, moreras de papel, almeces, sabrosos madroños, acebuches, coloridas adelfas, lentiscos, brezos, enebros y cientos de especies más. 

Plantas aromáticas como Espliego, romeros, tomillos, aladiernos.

La riqueza botánica de los jardines del balneario fue impresionante. Y no crecía una sola de cada especie como si se tratara de un jardín botánico sino “por cientos de cada clase” como decía en el artículo.

Todas las plantas unidas en perfecta armonía agrupadas en parterres o bosquetes. Y rodeadas o no de setos de tuyas y bojes. 

Todo esto ayudado por la calidad del terreno, logró crear un ambiente en el que se mezclaban la luz con las sombras y como no, rodeado de una red de acequias y pequeños canales, que no solo proporcionaban riego a los vegetales, sino que ofrecían al paseante un ambiente placentero que invitaba a caminar por ellos incluso a esas horas en las que el calor del verano hacía imposible hacerlo fuera de este entorno.

Como decía, una calle magnífica central y un paseo de circunvalación forman las vías principales del Parque, cruzado por doquier de sendas y caminos, sencillos bancos pintados de verde ofrecían descanso al paseante. Y tal como cuentan las crónicas existía incluso una pajarera natural. Decían así: “cientos de gorriones cantan a la vez en la pajarera… ¡La pajarera! No se trataba de ninguna jaula, sino de un grupo de frondosos árboles donde acostumbran a posarse… Años después se construiría el palomar.

D. Manuel Méndez González  en su libro BALNEARIO DE MARMOLEJO siglos XIX y XX. Engrandecimiento y decadencia, decía: “Plantó un amplio y hermoso parque, expresión de habilidad y buen gusto en quien lo dirigió y esplendidez valiente en quien proporcionó los medios para construirlo, en clara alusión a León y Llerena. Contaba que en los arriates y setos había: boneteros, tuyas, abrótano, romero y gran variedad de rosales, nísperos, madroños y caquis. Todo ello regado con el agua del pilar de la carretera, que por tubería era conducida hasta la alberca junto al camino de la Seña, y de allí distribuida por todo el parque y huerta por una extensa red de canalillos, sifones y conductos, parecidos a los que hay en el patio de la Mezquita de Córdoba y en la Alhambra de Granada. 

Estoy convencido de que ustedes ahora sí, se están haciendo una idea de lo que esto fue.

De esta forma Méndez daba respuesta al jardín árabe de los cinco sentidos:

- La vista: los diferentes matices del verdor de las plantas ó los variados colores de las flores ó el juego de luces entre las sombras de la vegetación, o el reflejo del agua en las acequias. Todo ello ayudado por los numerosos caminos.

- El oído: el sonido de las hojas de los árboles, el piar de los pájaros ó fluir del agua por los canales y fuentes.

- El gusto: el sabor de los frutos de los árboles.

- El tacto: el cambio de temperatura respecto al exterior en verano, creado por el bosque de galería. La sombra.

- El olfato: el fragante aroma de las plantas.

 

Si a este Edén le sumamos lo que apareció en la prensa a finales del s. XIX, con permiso de mi compañero ponente, José María Robles, que decía sí.

¿Entienden ahora ustedes el porqué, entre otros muchos motivos, el Balneario de Marmolejo se convirtió en uno de los lugares de moda de España?

En 1923 comienza la construcción del hotel Balneario. La construcción de este Hotel estuvo rodeada de mucha polémica, su emplazamiento original estaba pensado frente a las escalinatas que dan acceso a los jardines del balneario, aún hoy puede verse la mole de la cimentación a base de ladrillos y cascotes que se empezó a construir, y su nombre iba a ser Hotel de la Paz, sin embargo, por razones higiénicas, se decidió alejarlo del río e integrarlo en el casco urbano.

(Se puede observar  un grabado realizado en 1911 y su cimentación en la actualidad).

En el jardín del Balneario en la zona que llamamos hoy “Llano del Palomar”, se instaló un pequeño vivero, con semilleros  y una pequeña alberca. En esta zona se desarrolló un pequeño huerto que proporcionaba productos frescos a los clientes del Hotel Balneario.

Como he dicho, los jardines a principios del siglo XX sirvieron como atrayente para visitar el balneario. Y para facilitar el acceso a los mismos en 1916 se inaugura un peculiar tranvía tirado por mulas que desde el centro del pueblo hasta los jardines del balneario transportaba a los agüistas.

Con posterioridad, un servicio de taxis iniciado por un señor argentino y la posterior línea de autobús también ayudó al desarrollo del mismo.

 

Se imprimieron, con el objeto de relanzar el Balneario en los años cuarenta del siglo XX, folletos publicitarios con las siguientes imágenes de los jardines.

Los años finales de la década de los 50 marcan el comienzo de la decadencia del Balneario. Los motivos podrían ser muchos: crisis económica de la postguerra, cambio de usos de los veraneantes, poco interés de los propietarios.

(Observen el cuidado de los parterres en una y otra diapositiva.

En lo que a los jardines se refiere, la zona del bosque del Balneario comenzó a abandonarse. Ya solo se consideraba jardines como tales, los de alrededor de la casa Administración y los próximos a los manantiales.

En los llanos frente a las escalinatas, comenzó a cultivarse eucaliptos que servía para hacer las cajas que contenía las botellas de la fábrica de envasado.

2.- JARDINES DEL BALNEARIO COMO USO SOCIAL

Pero también el balneario y sus jardines cumplieron un aspecto social no solo para los “forasteros” (como decíamos antaño) que lo visitaban sino, para la sociedad marmolejeña. 

Fue punto de reunión de domingos y días festivos. Lugar de ocio y esparcimiento y disfrute a lo largo de todo el siglo XX. 

(Los barquillos de Juan Peña)

¿Quien no recuerda esas tardes de domingo paseando por las sendas del bosque del Balneario? 

Los más mayores recordarán esta fuente inundada ahora por el río…

O de niños jugando en el parque infantil que había frente a la casa Administración?

U observando impávidos a la cierva, como lo hace en la siguiente imagen Augusto o a los  pavos reales?

O el recuerdo de los trabajadores y trabajadoras del Balneario. Desde las limpiadoras de botellas, de los aseos, aguadoras, carpinteros para fabricar cajas de botellas, camioneros repartidores de agua y ayudantes, albañiles, personal de administración y cómo no los jardineros: Simón Vicaria Vergara (el perlito) y su hijo Juan, Antonio Lozano García (Parrón), Blas Carmona Sánchez,  Luis González Calzado y otros muchos que contribuyeron con su trabajo a realzar el recinto ajardinado del balneario.

Y como no iba a existir un bar en los jardines del Balneario. 

El ambiente, el frescor invitaban a sentarse y tomar algo rodeado de estos jardines.

3.- JARDINES DEL BALNEARIO: PRESENTE Y FUTURO

Muchos son los intentos de restauración que ha habido en los últimos 25 años.

En 2003 cuando fue adquirido de nuevo por el pueblo de Marmolejo se desarrolló un proyecto de Adecuación ambiental del entorno del Balneario de Marmolejo

Así mismo años más tarde se proyectó un centro termal que fuese reclamo, dadas las nuevas costumbres de los visitantes de los balnearios.

Así en el mes de Mayo del año 2004, tras una completa remodelación de la zona de los manantiales, el Balneario de Marmolejo vuelve abrir sus puertas a los agüistas.

Escuelas taller de forja y jardinería permitieron reacondicionar la entrada y reparar los jardines próximos a los manantiales. 

En verano de 2010 el Ayuntamiento nos propuso a los profesores del Departamento de Actividades Agrarias del Instituto de Enseñanza Secundaria Virgen de la Cabeza, iniciar la restauración de los jardines del balneario a la vez que nuestros alumnos hacían parte  de sus prácticas académicas. 

Fruto de estas conversaciones se firmó un convenio de colaboración entre la Consejería de Educación y el Ayuntamiento de Marmolejo que entre otros objetivos abordaba este tema. 

Así mismo redactamos un proyecto el cual ordenaba todas las actuaciones a realizar en el bosque del balneario.

Recientemente se restauraron las escalinatas tal como eran originalmente y se ha construído un mirador en la zona de la curva para disfrutar de la perspectiva de los jardines. 

De esta forma, hemos eliminado basuras, aún estamos en la erradicación de las numerosísimas plantas invasoras, además de desbroces, podas, quemas controladas, y sobre todo la plantación de árboles, arbustos y demás especies que contribuyan a la recuperación de este entorno.

Este proceso, dado la cantidad de alumnos que tenemos de otras localidades de Andalucía, ha contribuido a que poco a poco el nombre del Balneario de Marmolejo se vaya introduciendo de nuevo en el sentir de los más jóvenes de Andalucía.

Hemos diseñado un circuito de cross en colaboración con el Club de Atletismo Ave Fenix de Marmolejo….. 

y sus senderos son atravesados por diferentes competiciones deportivas como el Triatlon villa del agua o el duatlón Balneario de Marmolejo.

Nos hacemos eco del aliento y apoyo que recibimos no solo en el pueblo sino también a través de las redes sociales que siguen nuestro trabajo de restauración. En esta tarea apasionante andamos todos.

Esta en tramitación el procedimiento de inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Sitio Histórico, además de haber sido   registrado el Balneario y su entorno como “Patrimonio Inmueble de Andalucía”. 

Que todas estas acciones sirvan para que entre todos y por el bien de nuestro pueblo, recuperar esta joya del pasado y que a buen seguro volverá a ser del futuro. 

Que todos somos capaces de remar en la misma dirección, haciendo nuestro balneario atractivo para que las iniciativas públicas o privadas nos devuelvan el Balneario, si no a ser lo que fue, sí algo de lo que los marmolejeños nos volvamos a sentirnos orgullosos. A mí que soy un hombre optimista por naturaleza, no me cabe ninguna duda.

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