top of page

Patrimonio arquitectónico desaparecido de Marmolejo V

-Manuel Perales Solís-

 

La demolición de los Grupos Escolares del Llano del Ejido, cuando aún no habían pasado 50 años desde su inauguración, supuso, sin lugar a dudas, una pérdida irreparable para el patrimonio arquitectónico marmolejeño; ciertamente todo un lujo para una municipalidad, como la nuestra, de recursos limitados. Una vez más se volvía a repetir un acto, por desgracia, bastante recurrente en la historia más reciente de la localidad: el desprecio por lo creado con mimo y gran esfuerzo económico por quienes nos precedieron. Lo que equivaldría a decir: el desprecio por nuestras propias señas de identidad. Y lo que es peor aún: se destruyó un ejemplar interesantísimo representativo de la arquitectura civil de utilidad pública del primer tercio del siglo XX, para ser sustituido, en el mismo solar que ocupaba junto al Paseo de La Libertad, por un anodino edificio (actual colegio de Ntra Sra. de La Paz) de dudoso gusto y absoluta carencia de valores funcionales y estéticos. Hechos de este calado, estoy convencido, jamás se hubiesen consumado en los países civilizados de nuestro entorno.  

Portada del número 6 de la revista “Cortijos y Rascacielos”. Fuente: Hemeroteca Municipal de Madrid.

  El “Grupo de Los Escolares” fue una obra impulsada durante el mandato de Juan Luis Burlo Gónima, alcalde primoriverista entre 1925 y 1930, que fue finalizada durante la alcaldía del alcalde socialista Andrés Rodríguez Gómez en 1931. Estas escuelas de enseñanza primaria adaptadas a las exigencias de la nueva pedagogía, con aulas luminosas y espaciosas dotadas de calefacción y bibliotecas y de amplio recreo, fueron encargadas al arquitecto provincial Luis Berges Martínez (1) dentro de un paquete de actuaciones más amplio que contemplaba, entre otras obras, la reedificación del antiguo Ayuntamiento; unas dependencias para el Juzgado y Telégrafos y unas viviendas para maestros/as en la plaza del Coso.

Todo un reto para Juan Luis Burlo cuyo objetivo era dotar a Marmolejo de unas instalaciones dignas acorde con las exigencias de los tiempos y el “cachet” adquirido por la villa al socaire de la celebridad de sus aguas minero-medicinales.

Luis Berges formuló el proyecto global con un presupuesto que ascendía a 300.000 pesetas. El Ayuntamiento en sesión plenaria del diciembre de 1926, hizo presente que las gestiones efectuadas para el préstamo con el Banco de Crédito Local no eran satisfactorias por los elevados intereses que habrían de pagarse a lo largo de 30 años, por lo que se propuso, como mejor solución, acudir al Instituto Nacional de Previsión y sus Cajas colaboradoras, que estaban facultadas para la concesión de préstamos a los ayuntamientos para la construcción de escuelas o fines análogos de utilidad pública, mediante la pignoración por dichas entidades de los bienes inmuebles que habrían de entregarse en prenda al Instituto o al mismo Banco de España.  

  Finalmente el préstamo se solicitó a la Caja de Previsión Social de Andalucía Oriental y fue resuelto favorablemente, dándose cuenta a la Corporación de su concesión por valor de 300.000 pesetas, a un 5% de interés durante 30 años, en la sesión plenaria de 18 de junio de 1927. Correrían por cuenta del Ayuntamiento los gastos de escritura, impuestos y demás que el préstamo ocasionare. Como garantía se utilizó la inscripción intransferible de la Deuda Pública perteneciente al Municipio del 80% de los Propios, por un valor nominal de 509.787,70 pesetas que fue depositada en el Banco de España, aprobándose un presupuesto extraordinario en octubre de 1927.

 En el anteproyecto de este presupuesto figuraban las partidas de 67.000 pesetas para la reedificación de la Casa Consistorial y 90.000 para la construcción de los Grupos Escolares cuyas obras comenzarían al año siguiente.

Su coste final, tras la subasta a la baja de las obras, resultó más económico quedando establecido en 70.950 pesetas, 10.950 de las cuales serían aportadas por el Ayuntamiento y las 60.000 restantes por el Estado. Se finalizaron las obras en el otoño de 1931, gracias al impulso dado por la primera corporación republicana presidida por el socialista Andrés Rodríguez Gómez que realizaría activas gestiones en Madrid ante el Presidente de la 2ª República, Niceto Alcalá Zamora para que el Estado cumpliese con sus compromisos presupuestarios.  

Planos del Grupo de Escolares, realizados por el Arquitecto Luis Berges Martínez. Fuente: Revista “Cortijos y Rascacielos”. Hemeroteca Municipal de Madrid.

 

Los Grupos Escolares del Llano del Ejido. Fuente: Revista “Cortijos y Rascacielos”. Hemeroteca Municipal de Madrid.

 La calidad e importancia de este edificio tuvo su eco en la prestigiosa revista de arquitectura “Cortijos y Rascacielos” que editaba el Ayuntamiento de Madrid, en donde sólo se daba cuenta de los edificios de interés que por esos años se construían en España y en el mundo. En esta ocasión la redacción de la revista elaboró un reportaje documental que fue publicado en el nº 6, correspondiente al otoño de 1931. En él se resaltaban las características del edificio: “Escuelas graduadas. Seis grados, tres para cada sexo, construidas en Marmolejo (Jaén). Su arquitectura está perfectamente ajustada a la tradición del país, dentro de un concepto de modernidad y es muestra del acierto que tiene en sus obras Berges. Los materiales empleados han sido la mampostería ordinaria en muros, tabiquería de ladrillo, solería hidráulica y cubierta de teja árabe, sobre armadura de madera. Ha costado 70.950 pesetas, de las que el Estado pagó 60.000 y el Ayuntamiento 10.950 pesetas”.

Los Grupos Escolares fueron inaugurados en el curso de 1931-1932, dándosele el nombre de “Pablo Iglesias” en recuerdo del histórico líder socialista.

Fachada sur, hacia el Paseo de la Libertad, de los Grupos Escolares. Fuente: “Cortijos y Rascacielos”. Hemeroteca Municipal de Madrid.

El arquitecto Luis Berges Martínez (izquierda) en la inauguración del monumento a Aguilar y Eslava en Cabra (Córdoba) en octubre de 1933, de cuya obra fue autor. Fuente: Antonio Suárez Cabello en “La huella del arquitecto Luis Berges en Cabra”. Artículo publicado en “La Opinión”, diario digital.

Fachada sur-oeste, hacia la carretera de la Estación, de los Grupos Escolares. Hemeroteca Municipal de Madrid.

(1)Luis Berges Martínez nació en Guadalajara en 1891 y falleció en Jaén en 1939. Era hijo de padres jienenses. Su padre era comandante del Cuerpo de Ingenieros y profesor de la Academia Militar. Nuestro arquitecto vivió primero en Granada. Pero luego la familia se estableció en el Jaén de sus raíces. Aquí hizo el Bachillerato y terminó arquitectura en 1919. En 1922, después de trabajar para el Catastro Urbano de Málaga, obtuvo por oposición la plaza de arquitecto municipal de Jaén. En 1924 fue designado arquitecto de la Diputación Provincial. También arquitecto diocesano y de las obras civiles del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de la Provincia. Fue también profesor de la Escuela de Artes y Oficios.

Berges Martínez hizo bastantes edificios públicos y privados. A Jaén dedicó casi toda su vida profesional. Intervino en la terminación Seminario Diocesano, hizo la Clínica de Los Palmas y varios edificios modernistas. Viajó por Francia, Bélgica, Alemania y Suiza para la construcción de un manicomio moderno «Los Prados» de Jaén. Emitió informes sobre monumentos de la provincia, entre ellos uno, en 1930, sobre el estado de ruina de la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares de Úbeda.

Tuvo una visión de futuro y a él se debe un ambicioso proyecto para el Ensanche de Jaén en 1927 y también el de la frustrada prolongación de La Carrera. Hizo el Pabellón de la Provincia de Jaén para la Exposición Ibero-Americana de Sevilla (1929) cuyo proyecto mereció una Medalla de Bronce. Fue amante de la cultura, especialmente de la música, y se distinguió como un arquitecto urbanista y humanista vinculado desde siempre con la ciudad de Jaén. (Reseña biográfica extraída de Ideal.es).

 

Fuentes y Bibliografía:

-Actas Municipales de los años 1926 a 1931. Ayuntamiento de Marmolejo.

-Diario “La Independencia”, número 6794, de 16 de septiembre de 1929. Almería

-Revista de Arquitectura “Cortijos y Rascacielos”, número 6. Otoño de 1931. Hemeroteca Municipal de Madrid.

bottom of page